Duende
Miembro Conocido
Siempre hay una caricia que trae el viento,
una carta de amor sin caducidad,
que tantas veces muere,
como el reloj de arena de mi tiempo.
Éste sí, éste quizás,
esta lágrima que deambula por los arrabales de mi soledad,
que no entiende de corazones mutilados,
y ésta orquesta,que me acompaña día a día,
tocando el son de la despedida.
Éste seguir muriendo cada día,
en la orilla del amor.
Quejido amargo, corazón de sentimiento,
late, late y sigue latiendo,
si ella no existe...la invento,
para...para el tiempo,
que de su boca salga un te quiero,
aunque dure solo un momento.