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Mis dedos te buscaron

MIS DEDOS TE BUSCARON


Mis dedos
buscaron tu piel
por debajo de tu blusa,
en la penumbra
de esa calle,
en la soledad
de la noche.
Te rodeé por el talle
y apreté
exprimiendo el calor
de tus pechos
sobre mí.
Notaba el palpitar
de tu vientre
sobre el deseo
vivo en mí.
La luna
nos sonreía excitada,
envidiosa y sonrojada.
Nuestra ropa
Huyó de nuestra lucha
sin pensar donde estábamos
y quien pudiera mirar.
Te levanté cual pluma,
te apoyé en la pared,
mientras nuestras bocas
buscaban el deseo
más profundo
que nuestros jadeos
esconden.
Nuestros cuerpos
fueron uno,
bautizados con el sudor
y un aliento
cálido y furioso.
Las estrellas
cruzaban sus brazos
conteniendo la prueba
de su caliente intimidad.
El tiempo paso...
llegamos juntos
a la misma estación.
Momentos después,
recuperada la respiración,
fuimos conscientes
de los ojos
que observaban
con sentimiento de culpa
a través de ventanas,
culpa....y excitación,
tal vez recordando...
tal vez deseando...
tal vez con asco...
nos miramos y reímos,
lejanos a su mirar
atentos a nuestro sentir.
 

MARIPOSA NEGRA

********
al entrar al portal note que habia llamas en los foros, ya leo porque jajajaja excelente derrame de lujuría y amor, un placer leerte, besos
 
MIS DEDOS TE BUSCARON


Mis dedos
buscaron tu piel
por debajo de tu blusa,
en la penumbra
de esa calle,
en la soledad
de la noche.
Te rodeé por el talle
y apreté
exprimiendo el calor
de tus pechos
sobre mí.
Notaba el palpitar
de tu vientre
sobre el deseo
vivo en mí.
La luna
nos sonreía excitada,
envidiosa y sonrojada.
Nuestra ropa
Huyó de nuestra lucha
sin pensar donde estábamos
y quien pudiera mirar.
Te levanté cual pluma,
te apoyé en la pared,
mientras nuestras bocas
buscaban el deseo
más profundo
que nuestros jadeos
esconden.
Nuestros cuerpos
fueron uno,
bautizados con el sudor
y un aliento
cálido y furioso.
Las estrellas
cruzaban sus brazos
conteniendo la prueba
de su caliente intimidad.
El tiempo paso...
llegamos juntos
a la misma estación.
Momentos después,
recuperada la respiración,
fuimos conscientes
de los ojos
que observaban
con sentimiento de culpa
a través de ventanas,
culpa....y excitación,
tal vez recordando...
tal vez deseando...
tal vez con asco...
nos miramos y reímos,
lejanos a su mirar
atentos a nuestro sentir.
Un bello poema sutilmente apasionado, una entrega maravillosa,me encanto leerte, un beso.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
MIS DEDOS TE BUSCARON


Mis dedos
buscaron tu piel
por debajo de tu blusa,
en la penumbra
de esa calle,
en la soledad
de la noche.
Te rodeé por el talle
y apreté
exprimiendo el calor
de tus pechos
sobre mí.
Notaba el palpitar
de tu vientre
sobre el deseo
vivo en mí.
La luna
nos sonreía excitada,
envidiosa y sonrojada.
Nuestra ropa
Huyó de nuestra lucha
sin pensar donde estábamos
y quien pudiera mirar.
Te levanté cual pluma,
te apoyé en la pared,
mientras nuestras bocas
buscaban el deseo
más profundo
que nuestros jadeos
esconden.
Nuestros cuerpos
fueron uno,
bautizados con el sudor
y un aliento
cálido y furioso.
Las estrellas
cruzaban sus brazos
conteniendo la prueba
de su caliente intimidad.
El tiempo paso...
llegamos juntos
a la misma estación.
Momentos después,
recuperada la respiración,
fuimos conscientes
de los ojos
que observaban
con sentimiento de culpa
a través de ventanas,
culpa....y excitación,
tal vez recordando...
tal vez deseando...
tal vez con asco...
nos miramos y reímos,
lejanos a su mirar
atentos a nuestro sentir.

Precioso poema Javier,unos dedos que se van cubriendo de deseo ,un deseo que desborda los sentidos anulando los espacios en el encuentro de dos cuerpos que se ansían ,versos colmados de pasión ,gracias por compartir,un beso grande.
 

Cisne

Moderadora del Foro Impresionismo y Expresionismo,
MIS DEDOS TE BUSCARON


Mis dedos
buscaron tu piel
por debajo de tu blusa,
en la penumbra
de esa calle,
en la soledad
de la noche.
Te rodeé por el talle
y apreté
exprimiendo el calor
de tus pechos
sobre mí.
Notaba el palpitar
de tu vientre
sobre el deseo
vivo en mí.
La luna
nos sonreía excitada,
envidiosa y sonrojada.
Nuestra ropa
Huyó de nuestra lucha
sin pensar donde estábamos
y quien pudiera mirar.
Te levanté cual pluma,
te apoyé en la pared,
mientras nuestras bocas
buscaban el deseo
más profundo
que nuestros jadeos
esconden.
Nuestros cuerpos
fueron uno,
bautizados con el sudor
y un aliento
cálido y furioso.
Las estrellas
cruzaban sus brazos
conteniendo la prueba
de su caliente intimidad.
El tiempo paso...
llegamos juntos
a la misma estación.
Momentos después,
recuperada la respiración,
fuimos conscientes
de los ojos
que observaban
con sentimiento de culpa
a través de ventanas,
culpa....y excitación,
tal vez recordando...
tal vez deseando...
tal vez con asco...
nos miramos y reímos,
lejanos a su mirar
atentos a nuestro sentir.
Javier
Pincelas de bella y musical manera
un instante desbordante de pasión y deseo.
Te aplaudo y felicito, es una poesía excelente.
Un abrazo.
Ana
 
Javier me inundaste de recuerdos, rejuvenecí cantidad de años y me asombraste maestro, es mágico volví a los veinte, gracias por ese milagro, "nuestra ropa huyo de nuestra lucha", me encantó, un beso de corazón triste.
 
Hermosisimo y muy ardiente poema nos regala en estos versos poeta, una descripción muy fiel de esos hechos que dejaron a los mirantes con diferentes reacciones. Pero solo importaban los sentidos y sentimientos de los actores. Felicitaciones por su obra, se le saluda atte.
 

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