JAVIER TOMAS
Sub Administrador
MIS DEDOS TE BUSCARON
Mis dedos
buscaron tu piel
por debajo de tu blusa,
en la penumbra
de esa calle,
en la soledad
de la noche.
Te rodeé por el talle
y apreté
exprimiendo el calor
de tus pechos
sobre mí.
Notaba el palpitar
de tu vientre
sobre el deseo
vivo en mí.
La luna
nos sonreía excitada,
envidiosa y sonrojada.
Nuestra ropa
Huyó de nuestra lucha
sin pensar donde estábamos
y quien pudiera mirar.
Te levanté cual pluma,
te apoyé en la pared,
mientras nuestras bocas
buscaban el deseo
más profundo
que nuestros jadeos
esconden.
Nuestros cuerpos
fueron uno,
bautizados con el sudor
y un aliento
cálido y furioso.
Las estrellas
cruzaban sus brazos
conteniendo la prueba
de su caliente intimidad.
El tiempo paso...
llegamos juntos
a la misma estación.
Momentos después,
recuperada la respiración,
fuimos conscientes
de los ojos
que observaban
con sentimiento de culpa
a través de ventanas,
culpa....y excitación,
tal vez recordando...
tal vez deseando...
tal vez con asco...
nos miramos y reímos,
lejanos a su mirar
atentos a nuestro sentir.
Mis dedos
buscaron tu piel
por debajo de tu blusa,
en la penumbra
de esa calle,
en la soledad
de la noche.
Te rodeé por el talle
y apreté
exprimiendo el calor
de tus pechos
sobre mí.
Notaba el palpitar
de tu vientre
sobre el deseo
vivo en mí.
La luna
nos sonreía excitada,
envidiosa y sonrojada.
Nuestra ropa
Huyó de nuestra lucha
sin pensar donde estábamos
y quien pudiera mirar.
Te levanté cual pluma,
te apoyé en la pared,
mientras nuestras bocas
buscaban el deseo
más profundo
que nuestros jadeos
esconden.
Nuestros cuerpos
fueron uno,
bautizados con el sudor
y un aliento
cálido y furioso.
Las estrellas
cruzaban sus brazos
conteniendo la prueba
de su caliente intimidad.
El tiempo paso...
llegamos juntos
a la misma estación.
Momentos después,
recuperada la respiración,
fuimos conscientes
de los ojos
que observaban
con sentimiento de culpa
a través de ventanas,
culpa....y excitación,
tal vez recordando...
tal vez deseando...
tal vez con asco...
nos miramos y reímos,
lejanos a su mirar
atentos a nuestro sentir.