Rober
Miembro Conocido
Por esto de caminar el mar
y mojarse los pies en la arena
tener un tiempo para mirar la nada
volver luego a los anteojos y al libro
tener otro tiempo para censurarse las uñas
no dejar nunca que las sandalias se interpongan
entre los dedos desnudos y las tibias, minúsculas
reliquias del tiempo, un tiempo sin memoria.
Sonríes sabiendo que todo está lejos, lejos
no tan lejos quizá, pero lo suficiente para saber
que habrá silencio en la mañana y en la tarde
privacidad en la noche y juegos de la mente.
Flotas por la habitación igual que las cortinas
movidas por la brisa húmeda, apenas fría, entonces
te abrazas mirando el mar, atemperando el ánimo.
Cambias el libro por una copa de vino
para beber no necesitas los anteojos
sabes que te acostarás en soledad, sí, dulce abandono
hermosa propuesta que disfrutarás adolescente.
Mujer madura, tez diversa y rulos misteriosos
tejiste con tu boca divertidas y fantásticas quimeras
los hombres te ven pasar, saludan, desean
pero no se animan. No hay propuesta, no habrá respuesta.
Sólo saben que siempre pareces estar de paso
que acechas y velas el mar desde las piedras
caminas por la arena descalza, sandalias al hombro.
Por esto de escribir en días de lluvia junto a la ventana
ilusionarte que el amor es anhelar, pretender
soñar un intervalo, una tregua que se han dado tus tiempos
tu corazón engreído y esta soledad ungida y adquirida.
Pero no saben que escribes largas poesías
sueñas que el amor todavía es posible
y regalas libros para los cumpleaños.
y mojarse los pies en la arena
tener un tiempo para mirar la nada
volver luego a los anteojos y al libro
tener otro tiempo para censurarse las uñas
no dejar nunca que las sandalias se interpongan
entre los dedos desnudos y las tibias, minúsculas
reliquias del tiempo, un tiempo sin memoria.
Sonríes sabiendo que todo está lejos, lejos
no tan lejos quizá, pero lo suficiente para saber
que habrá silencio en la mañana y en la tarde
privacidad en la noche y juegos de la mente.
Flotas por la habitación igual que las cortinas
movidas por la brisa húmeda, apenas fría, entonces
te abrazas mirando el mar, atemperando el ánimo.
Cambias el libro por una copa de vino
para beber no necesitas los anteojos
sabes que te acostarás en soledad, sí, dulce abandono
hermosa propuesta que disfrutarás adolescente.
Mujer madura, tez diversa y rulos misteriosos
tejiste con tu boca divertidas y fantásticas quimeras
los hombres te ven pasar, saludan, desean
pero no se animan. No hay propuesta, no habrá respuesta.
Sólo saben que siempre pareces estar de paso
que acechas y velas el mar desde las piedras
caminas por la arena descalza, sandalias al hombro.
Por esto de escribir en días de lluvia junto a la ventana
ilusionarte que el amor es anhelar, pretender
soñar un intervalo, una tregua que se han dado tus tiempos
tu corazón engreído y esta soledad ungida y adquirida.
Pero no saben que escribes largas poesías
sueñas que el amor todavía es posible
y regalas libros para los cumpleaños.
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