lupita molina de hoyos
Miembro Conocido
MUY FUERTE LO ABRACE
No podía creer
lo que mis ojos miraban,
¡era el!
sentí tanta pena al verlo,
lo observé por un momento
y en mi mente se agolparon,
aquellos momentos
esos en los que a su lado viví
y que al principio fui tan feliz,
después todo cambió
yo ya no existía para el,
¿pero que le pasó?
¿en que se equivocó ?
no entendía
lo que mis ojos veían,
en lugar de alegrarme
o ponerme feliz
cuanta tristeza sentí
y yo que creí,
que mi vida acabaría
en el momento en que lo vi partir
pensé que sin el no podría vivir,
pero al verlo cuenta me di
que a él fue
al que se le acabó la vida,
no me pude contener
y a el me acerqué, al verme,
sus ojos se humedecieron
sorprendido me miraba,
su mano extendió hacia mi
yo la tomé
y con palabras entrecortadas,
me pidió que lo perdonara
lentamente mi mano,
de la suya retiré
la vuelta me di,
pues no quería
que notara las lágrimas
que resbalaban por mis mejillas
y mirando al cielo dije,
perdonarlo señor
me duele verlo así,
él fue mi gran amor
yo el perdón
desde hace tiempo se lo di,
porque con odio,
resentimiento y dolor,
no podía vivir
pero veo que tú el perdón
no le has otorgado,
¿oh quizás sea
que el mismo no se ha perdonado?
detuve nuevamente mi vista en el
y sonriendo le dije...
como no perdonarte
si para poder vivir,
ante puse la felicidad
que a tu lado viví,
para que el dolor que me causaste
no aniquilara mi corazón,
te ame tanto
y nunca te desee algún daño,
perdónate tu
para que puedas vivir,
a su lado me senté
y muy fuerte lo abracé,
después, seguí mi camino
dejando atrás ese pasado
que me hizo tanto mal
me sentía en paz
pues , al fin
se liberó mi corazón.
Lupita Molina de Hoyos
México
19/11/2015
© Derechos Reservados
No podía creer
lo que mis ojos miraban,
¡era el!
sentí tanta pena al verlo,
lo observé por un momento
y en mi mente se agolparon,
aquellos momentos
esos en los que a su lado viví
y que al principio fui tan feliz,
después todo cambió
yo ya no existía para el,
¿pero que le pasó?
¿en que se equivocó ?
no entendía
lo que mis ojos veían,
en lugar de alegrarme
o ponerme feliz
cuanta tristeza sentí
y yo que creí,
que mi vida acabaría
en el momento en que lo vi partir
pensé que sin el no podría vivir,
pero al verlo cuenta me di
que a él fue
al que se le acabó la vida,
no me pude contener
y a el me acerqué, al verme,
sus ojos se humedecieron
sorprendido me miraba,
su mano extendió hacia mi
yo la tomé
y con palabras entrecortadas,
me pidió que lo perdonara
lentamente mi mano,
de la suya retiré
la vuelta me di,
pues no quería
que notara las lágrimas
que resbalaban por mis mejillas
y mirando al cielo dije,
perdonarlo señor
me duele verlo así,
él fue mi gran amor
yo el perdón
desde hace tiempo se lo di,
porque con odio,
resentimiento y dolor,
no podía vivir
pero veo que tú el perdón
no le has otorgado,
¿oh quizás sea
que el mismo no se ha perdonado?
detuve nuevamente mi vista en el
y sonriendo le dije...
como no perdonarte
si para poder vivir,
ante puse la felicidad
que a tu lado viví,
para que el dolor que me causaste
no aniquilara mi corazón,
te ame tanto
y nunca te desee algún daño,
perdónate tu
para que puedas vivir,
a su lado me senté
y muy fuerte lo abracé,
después, seguí mi camino
dejando atrás ese pasado
que me hizo tanto mal
me sentía en paz
pues , al fin
se liberó mi corazón.
Lupita Molina de Hoyos
México
19/11/2015
© Derechos Reservados
