Matías Santiago
Miembro
Palabras de ti, sonetos de tu nombre,
eres esta sombra y estas manos,
este día que pesa como tumba,
esta noche honda como la misma muerte.
Todas las mujeres llevan rastros de ti,
en su andar, en la cintura, en la distancia;
las calles vierten tus pasos sobre las aceras,
el eco de tus besos, la piel en tus caricias,
las perlas de tu ausencia entre las esquinas.
Tu reflejo no abandona los espejos,
tu mirada a madrugada no renuncia a mis arrojos,
tu fantasma no atormenta pero no se quiebra,
tus pisadas aún me acosan, me doblegan.
Te quedaste en las plazas, tatuaste tu recuerdo en cada tienda,
en los parques dibujaste los senderos de tus venas,
las iglesias aún resguardan a tus oraciones,
y este rumbo lleva mucho de tus direcciones.
No es la misma luna, le faltas a mares para que lo sea,
ni la misma lluvia, faltas a cada tormenta,
no es el mismo sol, nada igual se alegra,
ni las mismas horas, se vuelven eternas.
Estas aquí, allá, y eres y fuiste
flama, piedra, agua y sed; brisa y mes.
historia, plegaría, tiempo, mil lugares a la vez,
canción emoción y tormento; vida a flor de piel.
Te vas y te quedas, te guardas, me llevas,
eres tú y tu imagen, este cielo que se quiebra,
las tinieblas que recogen
los silencios de mis venas.
Matías Santiago
eres esta sombra y estas manos,
este día que pesa como tumba,
esta noche honda como la misma muerte.
Todas las mujeres llevan rastros de ti,
en su andar, en la cintura, en la distancia;
las calles vierten tus pasos sobre las aceras,
el eco de tus besos, la piel en tus caricias,
las perlas de tu ausencia entre las esquinas.
Tu reflejo no abandona los espejos,
tu mirada a madrugada no renuncia a mis arrojos,
tu fantasma no atormenta pero no se quiebra,
tus pisadas aún me acosan, me doblegan.
Te quedaste en las plazas, tatuaste tu recuerdo en cada tienda,
en los parques dibujaste los senderos de tus venas,
las iglesias aún resguardan a tus oraciones,
y este rumbo lleva mucho de tus direcciones.
No es la misma luna, le faltas a mares para que lo sea,
ni la misma lluvia, faltas a cada tormenta,
no es el mismo sol, nada igual se alegra,
ni las mismas horas, se vuelven eternas.
Estas aquí, allá, y eres y fuiste
flama, piedra, agua y sed; brisa y mes.
historia, plegaría, tiempo, mil lugares a la vez,
canción emoción y tormento; vida a flor de piel.
Te vas y te quedas, te guardas, me llevas,
eres tú y tu imagen, este cielo que se quiebra,
las tinieblas que recogen
los silencios de mis venas.
Matías Santiago