Comentaba con un amigo,
lo mal que yo me hallaba,
al no poder repartir naturaleza.
No mostrando ninguna extrañeza,
me recomendó a San Antonio.
Santo dicen; que novias halla.
No lo conozco de nada,
pero siendo su tocayo,
allá que fuí a su capilla.
Me habló,me respondió,
lo consideré un milagro.
Me dijo:Aún estás bien,
pero te faltan algunos dientes,
ve a Santa Lucía,
ella puede hacer el milagro.
Allá que fuí desesperado,
de nuevo arrodillado me vi,
pero en otra capilla.
No más me vió,
respondió;
(Ya no lo vi milagro)
Soy patrona de las ciegas,
pero aún ciegas tienen tacto.
Si te tocan tus orejas de soplillo,
tu naríz tan prominente,
si acarían tu boca,
notarán que te faltan dientes.
Yo no puedo hacer ese milagro.
Volví a hablar con mi amigo,
entonces yo le pregunte;
por la santa de las mancas,
se puso a teclear,
me la buscó por internet.
Valiente amigo que tengo,
ese me hizo un milagro.
Aunque siempre lo tendré,
cómo un creyente pendejo,
actuaba de buena fe... núnca me llamo feo.
Ni tampoco lo hizo la Santa.
lo mal que yo me hallaba,
al no poder repartir naturaleza.
No mostrando ninguna extrañeza,
me recomendó a San Antonio.
Santo dicen; que novias halla.
No lo conozco de nada,
pero siendo su tocayo,
allá que fuí a su capilla.
Me habló,me respondió,
lo consideré un milagro.
Me dijo:Aún estás bien,
pero te faltan algunos dientes,
ve a Santa Lucía,
ella puede hacer el milagro.
Allá que fuí desesperado,
de nuevo arrodillado me vi,
pero en otra capilla.
No más me vió,
respondió;
(Ya no lo vi milagro)
Soy patrona de las ciegas,
pero aún ciegas tienen tacto.
Si te tocan tus orejas de soplillo,
tu naríz tan prominente,
si acarían tu boca,
notarán que te faltan dientes.
Yo no puedo hacer ese milagro.
Volví a hablar con mi amigo,
entonces yo le pregunte;
por la santa de las mancas,
se puso a teclear,
me la buscó por internet.
Valiente amigo que tengo,
ese me hizo un milagro.
Aunque siempre lo tendré,
cómo un creyente pendejo,
actuaba de buena fe... núnca me llamo feo.
Ni tampoco lo hizo la Santa.
Última edición: