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NO robaras

Noche de hambre para la fiera,
no tiene una moneda para salir,
de noche, sexo y drogas con su nena.

Mas calza su fierro herrumbrado,
del calibre 38, un viejo a bajo precio,
se lo ha entregado.

Rumbea pa’ el norte,
allí hay chicos tontos,
con autos caros de papi y mucho filo.

Ha de treparse a su motocicleta mal habida,
pues sus ruedas destilan sangre,
mas no ha de pensar en eso
solo en forrarse con un gil que no aguante.

La zona esta concurrida, mira pa’ todos lados
y busca una calle escondida,
lugar perfecto para su guarida.

Horas ha de esperar, ningún fulano para apretar,
en eso vislumbra una sombra, un obrero,
cargando a cuestas el cansancio de la obra.

Le salta como un gato al ratón, arma en mano y de valentón,
le exige dinero, el trabajador le toma el arma
mas su manos fuertes le quitan el Emith and Wesson,

Ladrón ahora preso del miedo intenta alcanzar su fierro,
el obrero cierra su puño y le asesta un golpe certero,
la luna mira como ese pobre diablo quedo tendido en el suelo.

Justicia que pide el pueblo se niega,
mas el obrero impuso la ley de Dios,
“no robaras” mas el hombre camina dejado al mal criado tras su cuello.

Autor: Poeta Errante
Argentina.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Noche de hambre para la fiera,
no tiene una moneda para salir,
de noche, sexo y drogas con su nena.

Mas calza su fierro herrumbrado,
del calibre 38, un viejo a bajo precio,
se lo ha entregado.

Rumbea pa’ el norte,
allí hay chicos tontos,
con autos caros de papi y mucho filo.

Ha de treparse a su motocicleta mal habida,
pues sus ruedas destilan sangre,
mas no ha de pensar en eso
solo en forrarse con un gil que no aguante.

La zona esta concurrida, mira pa’ todos lados
y busca una calle escondida,
lugar perfecto para su guarida.

Horas ha de esperar, ningún fulano para apretar,
en eso vislumbra una sombra, un obrero,
cargando a cuestas el cansancio de la obra.

Le salta como un gato al ratón, arma en mano y de valentón,
le exige dinero, el trabajador le toma el arma
mas su manos fuertes le quitan el Emith and Wesson,

Ladrón ahora preso del miedo intenta alcanzar su fierro,
el obrero cierra su puño y le asesta un golpe certero,
la luna mira como ese pobre diablo quedo tendido en el suelo.

Justicia que pide el pueblo se niega,
mas el obrero impuso la ley de Dios,
“no robaras” mas el hombre camina dejado al mal criado tras su cuello.

Autor: Poeta Errante
Argentina.

Realidades de las que somos presa todos los días,suele pasar y cada vez mas a menudo,personas mal habidas que intentan aprovecharse del otro por la fuerza y muchas veces a costa de las propias vidas, es la sociedad que cada vez esta mas violenta y la inseguridad que cada día es mas predominante justo castigo al ladrón,muy elocuente tu poema Poeta,gracias por compartir,un beso grande.
 
La existencia está plagada de viles sentimientos que inundan el cerebro y la conciencia de personas que deambulan por los días cometiendo acciones en contra de sus semejantes, cruda realidad que expones en tus versos, un gran placer descubrir tus letras...
Un gran beso

REBA
 
Noche de hambre para la fiera,
no tiene una moneda para salir,
de noche, sexo y drogas con su nena.

Mas calza su fierro herrumbrado,
del calibre 38, un viejo a bajo precio,
se lo ha entregado.

Rumbea pa’ el norte,
allí hay chicos tontos,
con autos caros de papi y mucho filo.

Ha de treparse a su motocicleta mal habida,
pues sus ruedas destilan sangre,
mas no ha de pensar en eso
solo en forrarse con un gil que no aguante.

La zona esta concurrida, mira pa’ todos lados
y busca una calle escondida,
lugar perfecto para su guarida.

Horas ha de esperar, ningún fulano para apretar,
en eso vislumbra una sombra, un obrero,
cargando a cuestas el cansancio de la obra.

Le salta como un gato al ratón, arma en mano y de valentón,
le exige dinero, el trabajador le toma el arma
mas su manos fuertes le quitan el Emith and Wesson,

Ladrón ahora preso del miedo intenta alcanzar su fierro,
el obrero cierra su puño y le asesta un golpe certero,
la luna mira como ese pobre diablo quedo tendido en el suelo.

Justicia que pide el pueblo se niega,
mas el obrero impuso la ley de Dios,
“no robaras” mas el hombre camina dejado al mal criado tras su cuello.

Autor: Poeta Errante
Argentina.

Realidades desafortunadas que acontecen
en el diario vivir y que pocas veces
se les da la justicia requerida.
Real e intenso poema.un fuerte abrazo.
 

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