Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
En esta noche tranquila
sin duda me habré pasado
de beber, mas es pecado
que a mi cerebro espabila.
Mañana tomaré tila
para serenar la mente,
pues al faltarme mi gente
se me apenó el corazón.
Sé que no llevan razón,
pues soy más inteligente.
Sé que yo les di de todo
y hoy me encuentro una ruin paga...
Siempre idéntica es la saga,
siempre ocurre de igual modo.
Pero del barro y del lodo
pronto me levantaré
porque tengo enorme fe
en la Justicia de Dios
y en el día del adiós
sé que, por fin, venceré.
Y si pierdo me da igual...
Bien pensado, da lo mismo
que ruede por el abismo
cuando llegue a mi final.
Me consta que no hice mal
a sabiendas, sí favores.
¿A qué vienen los rencores,
el desplante, el menosprecio?
No se paga con desprecio
el mayor de los amores.
Si a tu madre no la quieres,
por más que pecar pudiera
te veló en tu cabecera.
¿Lo han de hacer otras mujeres?
¡Fatuos e insensibles seres,
inundados de maldad,
que fustigáis sin piedad
a quien os parió..! ¡Os maldigo!
Y estas palabras os digo:
- ¡Ya llegaréis a su edad!
Y si no, ¡mucho mejor
pues la mala yerba abunda!
¡Es que os pegaba una tunda
si tuviera el viejo ardor..!
¡Sólo vivís al olor
de unas hembras caprichosas
que serán, quizás, hermosas
mas menos que vuestra madre!
¡Y os lo dice vuestro padre,
que supo bien de esas cosas!
Mañana, cuando yo muera,
que la cuidéis solicito
y aquí queda por escrito
esta petición primera.
La segunda: Hallad manera
de ser hombres de una vez
¡Mostrad menor altivez
y más cariño filial,
pues ésa será la sal
de vuestra pronta vejez! -.
sin duda me habré pasado
de beber, mas es pecado
que a mi cerebro espabila.
Mañana tomaré tila
para serenar la mente,
pues al faltarme mi gente
se me apenó el corazón.
Sé que no llevan razón,
pues soy más inteligente.
Sé que yo les di de todo
y hoy me encuentro una ruin paga...
Siempre idéntica es la saga,
siempre ocurre de igual modo.
Pero del barro y del lodo
pronto me levantaré
porque tengo enorme fe
en la Justicia de Dios
y en el día del adiós
sé que, por fin, venceré.
Y si pierdo me da igual...
Bien pensado, da lo mismo
que ruede por el abismo
cuando llegue a mi final.
Me consta que no hice mal
a sabiendas, sí favores.
¿A qué vienen los rencores,
el desplante, el menosprecio?
No se paga con desprecio
el mayor de los amores.
Si a tu madre no la quieres,
por más que pecar pudiera
te veló en tu cabecera.
¿Lo han de hacer otras mujeres?
¡Fatuos e insensibles seres,
inundados de maldad,
que fustigáis sin piedad
a quien os parió..! ¡Os maldigo!
Y estas palabras os digo:
- ¡Ya llegaréis a su edad!
Y si no, ¡mucho mejor
pues la mala yerba abunda!
¡Es que os pegaba una tunda
si tuviera el viejo ardor..!
¡Sólo vivís al olor
de unas hembras caprichosas
que serán, quizás, hermosas
mas menos que vuestra madre!
¡Y os lo dice vuestro padre,
que supo bien de esas cosas!
Mañana, cuando yo muera,
que la cuidéis solicito
y aquí queda por escrito
esta petición primera.
La segunda: Hallad manera
de ser hombres de una vez
¡Mostrad menor altivez
y más cariño filial,
pues ésa será la sal
de vuestra pronta vejez! -.
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