Arturo González
Miembro Activo
Orión
[HR][/HR]“Ni los cielos ni la tierraHan tenido paz esta noche.”
Julio César:
Acto II, Scena Secunda
Veo en tu mano la presa portentosa,
Y adivino en esta noche poderosa
Tus gotas inertes que llanto sollozan;
Mientras el cielo ciego profundo te esboza.
Hoy no despiertas mi sueño gastado,
Ni hay escondites para tus guijarros,
Todos los vientos guardaron sus arcos,
Y un lunar humo se alza inmutado.
Días fueron bajo tu distante lamento,
Días vinieron en verano y en invierno.
Y te contemplé conquistando el firmamento
¿Qué perturba ahora tus largas horas?
¿Qué ser sempiterno
Te vio y te quitó del oscuro velo?
¿O que preciado don del cielo
Te despojó de tu soberbio cetro?
¡Cuántos pensamientos me traes a la cabeza!
Al habitar tu casa
Y al hacer tu ronda.
Que los ojos siderales te arrebaten,
Que el astro de fuego te corteje
Y que te ame.
Que mis rodillas se inchen
De tanto venerarte,
Poderoso cazador
Del océano plutónico.
¿Cuántas veces te han usurpado
Tus párpados dormidos?
¿Cuanto polvo de estrellas gastado
En tus pies de calvario?
¿Cuantas perlas han robado
De tu cintura los años?
¿Cuantos placeres…
Cuantas derrotas…
Cuantas lineas y cuantos trazos…
Cuantos gritos y ecos,
Y cuantos pensamientos de la distancia
De tu eterna soledad cósmica?
¿Cuantas bestias del hades
Han caído bajo tu insufrible brazo?
¿Que te envidian los cielos
Que alejan sus luceros de tu cintura
Y a sus heraldos de tus vestidos?
Visita con tu cálido dedo
Mi zaguán por las auroras invernales.
Oráculo de los tiempos,
Visionario de deseos,
Lector de versos y decretos,
Noctámbulo de mis miedos;
Orión, por los dioses nombrado…
Hazme un hogar en tu techo,
Oh, bondadoso profeta de la noche,
Concédeme tiempos y visiones,
Gran gobernante
De los horizontes
De los callejones
De las ciudades
Donde habito.
Abril 9, 2016.
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