Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Pantalón vaquero,
camisa de rayas
el flequillo al viento,
las mangas dobladas-
Luciendo el palmito
ante las chavalas,
marcando paquete,
¡menuda importancia!
Echando un requiebro
con arte y con gracia,
la mirada altiva,
soñando en la barba
que entonces, lampiño,
ni me la afeitaba.
Recuerdos de antaño
que inundan el alma
de vagos recuerdos,
de sueños de fama.
¡Cómo pasa el tiempo,
cómo el tiempo pasa!
Y lloran mis ojos
pareciendo brasas.
¿Dónde se halla el chico
que aquella mañana
te dijo: - ¡Ojos verdes,
ven a mí, reguapa,
que voy a decirte
cuatro cosas claras! - .
Se acabó la historia,
como todo acaba.
Hoy somos dos viejos,
dos sombras sin alma.
camisa de rayas
el flequillo al viento,
las mangas dobladas-
Luciendo el palmito
ante las chavalas,
marcando paquete,
¡menuda importancia!
Echando un requiebro
con arte y con gracia,
la mirada altiva,
soñando en la barba
que entonces, lampiño,
ni me la afeitaba.
Recuerdos de antaño
que inundan el alma
de vagos recuerdos,
de sueños de fama.
¡Cómo pasa el tiempo,
cómo el tiempo pasa!
Y lloran mis ojos
pareciendo brasas.
¿Dónde se halla el chico
que aquella mañana
te dijo: - ¡Ojos verdes,
ven a mí, reguapa,
que voy a decirte
cuatro cosas claras! - .
Se acabó la historia,
como todo acaba.
Hoy somos dos viejos,
dos sombras sin alma.
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