Marcela
Miembro Conocido
Parodia del Génesis – El diluvio…
Una vez terminada el ARCA, Noé le enseña a su esposa lo linda que quedó. Ella lo felicita y le da sus “toques femeninos” como algunos adornos y guirnaldas para la inauguración y decide colocar unos cuadros vanguardistas clavándolos en el subsuelo del ARCA. La ocurrencia de su señora postergó la inauguración unos días pues Noé tuvo que tapar un montón de agujeros que su adorable esposa había hecho en el interior.
Llega el momento más difícil: ir en busca de la pareja de especies que debían ser salvadas…
Decide hacer un aviso escrito y repartirlo por el paraíso. El aviso decía:
Entre ellas la Sra Jirafa, quien engreída no quería compartir con la chusma del Edén un recinto tan reducido.
- Que bonita se la ve Doña Jirafa. – Muy gentilmente le dice Noé.
- Gracias Noé, es que vengo de la peluquería y me recorté un poco el flequillo. – Contesta la jirafa-
- Le queda muy bien, lástima que se avecina una gran lluvia y se le estropeará el peinado. – Noé astutamente la induce al tema.
- ¿lluvia? no me diga eso Noé, justo que me hice el alisado y que mi marido lavó el auto.- Exclama preocupada la Jirafa.
- Ahhh seguro que es por eso, nunca falla. Cuando uno lava el auto llueve y se ve que el Sr Jirafa hacía mucho que no lo lavaba pues la lluvia durará más de 30 noches y sus días. Mire, le propongo que se vengan con su marido al crucero y se seguirá viendo bella por muchos siglos.
-Gracias Noé, sí, sí, iremos en seguida.
¡Bien! Convencida la jirafa quedaba el Sr Elefante.
-Sr Elefante ¿Cómo es que no vino al gran viaje que haremos todos los animalitos y mi familia?
-No, para qué Noé, somos muy grandotes…
-De ninguna manera Sr Elefante, ¿Ud no sabe la canción?
-¿Cuál? pregunta intrigado el paquidermo
-Un elefante ocupa mucho espacio, dos elefantes ocupan mucho más. Tres elefantes ocupan mucho espacio, cuatro elefantes ocupan mucho más…. Y así fueron cantando y riéndose derechito al Arca. (Nótese que antigua es la canción en cuestión.)
El único animal que no pudo ser convencido fue el mono. Argumentó que él con la ayuda de Darwin evolucionaría solo y que luego discutirán sobre la veracidad de Noé y todas sus fantochadas. Muy herido Noé por las palabras del mono, lo dejó y siguió con su loable obra.
El cielo comenzó a oscurecer y antes de que llueva todos los animales gritaban ¡FOTO, FOTO, FOTO, FOTO! Así que una hija de Noé les sacó una foto tal como la veríamos en la actualidad.
Antes de zarpar apareció una pareja de unicornios y con todo dolor Noé tuvo que dejarlos afuera pues con semejante cuerno, corrían riesgo de hundirse ante el oleaje. Lo mismo ocurrió con La Sra. y el Sr. Dinosaurio que debido a su gran tamaño (mucho mayor que el elefante) no entraban en el Arca y, de esta manera, se extinguieron ambas especies.
-¡Se largó ya, se largó ya! decía la hiena muerta de risa por la picardía de decir “la argolla” entre su frase, creando una sinalefa fonética.
-¡Wow qué loooco! decía el Sr león mientras miraba como todos los que se quedaron en el Edén iban haciendo glup, glup, glup.
Y así fue. Una nueva esperanza para la humanidad comenzaría, y el Señor se encargó de alimentarlos y de echar desodorante de ambiente por el tufo que salía de ese ARCA.
Una vez terminada el ARCA, Noé le enseña a su esposa lo linda que quedó. Ella lo felicita y le da sus “toques femeninos” como algunos adornos y guirnaldas para la inauguración y decide colocar unos cuadros vanguardistas clavándolos en el subsuelo del ARCA. La ocurrencia de su señora postergó la inauguración unos días pues Noé tuvo que tapar un montón de agujeros que su adorable esposa había hecho en el interior.
Llega el momento más difícil: ir en busca de la pareja de especies que debían ser salvadas…
Decide hacer un aviso escrito y repartirlo por el paraíso. El aviso decía:
¡VENI ANIMAL- NO TE QUEDES AFUERA!
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Los primeros en llegar fueron la señora y el señor cocodrilo que atraídos por las palabra GRATIS no quisieron perdérselo. Varias especies se sintieron atraídos por la aventura. Pero hubo algunas especies que Noé debió convencer.
Entre ellas la Sra Jirafa, quien engreída no quería compartir con la chusma del Edén un recinto tan reducido.
- Que bonita se la ve Doña Jirafa. – Muy gentilmente le dice Noé.
- Gracias Noé, es que vengo de la peluquería y me recorté un poco el flequillo. – Contesta la jirafa-
- Le queda muy bien, lástima que se avecina una gran lluvia y se le estropeará el peinado. – Noé astutamente la induce al tema.
- ¿lluvia? no me diga eso Noé, justo que me hice el alisado y que mi marido lavó el auto.- Exclama preocupada la Jirafa.
- Ahhh seguro que es por eso, nunca falla. Cuando uno lava el auto llueve y se ve que el Sr Jirafa hacía mucho que no lo lavaba pues la lluvia durará más de 30 noches y sus días. Mire, le propongo que se vengan con su marido al crucero y se seguirá viendo bella por muchos siglos.
-Gracias Noé, sí, sí, iremos en seguida.
¡Bien! Convencida la jirafa quedaba el Sr Elefante.
-Sr Elefante ¿Cómo es que no vino al gran viaje que haremos todos los animalitos y mi familia?
-No, para qué Noé, somos muy grandotes…
-De ninguna manera Sr Elefante, ¿Ud no sabe la canción?
-¿Cuál? pregunta intrigado el paquidermo
-Un elefante ocupa mucho espacio, dos elefantes ocupan mucho más. Tres elefantes ocupan mucho espacio, cuatro elefantes ocupan mucho más…. Y así fueron cantando y riéndose derechito al Arca. (Nótese que antigua es la canción en cuestión.)
El único animal que no pudo ser convencido fue el mono. Argumentó que él con la ayuda de Darwin evolucionaría solo y que luego discutirán sobre la veracidad de Noé y todas sus fantochadas. Muy herido Noé por las palabras del mono, lo dejó y siguió con su loable obra.
El cielo comenzó a oscurecer y antes de que llueva todos los animales gritaban ¡FOTO, FOTO, FOTO, FOTO! Así que una hija de Noé les sacó una foto tal como la veríamos en la actualidad.
Antes de zarpar apareció una pareja de unicornios y con todo dolor Noé tuvo que dejarlos afuera pues con semejante cuerno, corrían riesgo de hundirse ante el oleaje. Lo mismo ocurrió con La Sra. y el Sr. Dinosaurio que debido a su gran tamaño (mucho mayor que el elefante) no entraban en el Arca y, de esta manera, se extinguieron ambas especies.
-¡Se largó ya, se largó ya! decía la hiena muerta de risa por la picardía de decir “la argolla” entre su frase, creando una sinalefa fonética.
-¡Wow qué loooco! decía el Sr león mientras miraba como todos los que se quedaron en el Edén iban haciendo glup, glup, glup.
Y así fue. Una nueva esperanza para la humanidad comenzaría, y el Señor se encargó de alimentarlos y de echar desodorante de ambiente por el tufo que salía de ese ARCA.
