ADMINISTRACIÓN
Administrador
Poema 11
Ito y el bebé Benito
Vivía en su jaula de oro Ito,
el lindo colorín lorito,
mimado desde chiquitito,
para todos un tesorito.
Tras dormir plácido,
un llanto le despertó,
¿qué es eso?, ¿un canto?
Quizás sea un alarido...
Sorprendido se espabiló,
miró y miró, buscó alrededor
sin hallar el sonido agitador
que su tranquilidad punzó.
Allí, al albergue del Sol cálido,
vio a un pequeño llorar, frágil...
Apenado, tintineó su silbido ágil,
hasta conseguir fuese tan válido...
que el bebé calló y calmó su sofoco
que se tornó en graciosos balbuceos,
sonrisas y toda clase de canturreos.
En hacerse amigos tardaron poco.
Desde entonces Ito, el lorito
y su pequeño y nuevo amiguito,
se divertían y querían infinito,
y el ave aprendió a llamarle Benito.
Mas el pequeño dijo su primera palabra,
que salió risueña, cantarina de su garganta,
siendo más sorprendente que una taranta,
y más mágica que el mismo “Abra Calabra”.
Aquel día le despertó llamándole Ito.
Esta es la historia de un bebito
Y su precioso amigo lorito,
que para siempre se quisieron infinito...
Ito y el bebé Benito
Vivía en su jaula de oro Ito,
el lindo colorín lorito,
mimado desde chiquitito,
para todos un tesorito.
Tras dormir plácido,
un llanto le despertó,
¿qué es eso?, ¿un canto?
Quizás sea un alarido...
Sorprendido se espabiló,
miró y miró, buscó alrededor
sin hallar el sonido agitador
que su tranquilidad punzó.
Allí, al albergue del Sol cálido,
vio a un pequeño llorar, frágil...
Apenado, tintineó su silbido ágil,
hasta conseguir fuese tan válido...
que el bebé calló y calmó su sofoco
que se tornó en graciosos balbuceos,
sonrisas y toda clase de canturreos.
En hacerse amigos tardaron poco.
Desde entonces Ito, el lorito
y su pequeño y nuevo amiguito,
se divertían y querían infinito,
y el ave aprendió a llamarle Benito.
Mas el pequeño dijo su primera palabra,
que salió risueña, cantarina de su garganta,
siendo más sorprendente que una taranta,
y más mágica que el mismo “Abra Calabra”.
Aquel día le despertó llamándole Ito.
Esta es la historia de un bebito
Y su precioso amigo lorito,
que para siempre se quisieron infinito...