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Poema 14
Pino de Navidad
Pino aromático que entregas
a la briza, el polvo de la nieve.
Encajo en ti mi corazón de vidrio
como un globo más.
Cada imagen que llega nítida a la altura,
se desprende de mi pecho,
brillante y ondulada
Desde aquí, la casa se me antoja
boca, que colma su oquedad con risas.
La navidad ha traído de vuelta tu sonrisa infantil,
un sueño somos tú y yo, mi chico,
reflejos en las gotas de sabia
que erizan la piña y la madera,
como en los días de oro y sal,
cuando escribí tu nombre y el mío
en cada pétalo frágil,
devenido polvo entre mis dedos… despierto.
¡Desvanécete blanco, que en ti no existo!
Me alegra que se agolpen las siluetas
en mi rojo corazón de cristal.
Habito en la luz... ¡Alucino!
El pino de navidad eclosiona en versos,
pronuncia en mi oído sílabas muy antiguas
con voces nuevas,
de guano de palma, de flores de verbena.
¡Es tu milagro, navidad,
en la aguja del pino se ensartó un lucero!
Pino de Navidad
Pino aromático que entregas
a la briza, el polvo de la nieve.
Encajo en ti mi corazón de vidrio
como un globo más.
Cada imagen que llega nítida a la altura,
se desprende de mi pecho,
brillante y ondulada
Desde aquí, la casa se me antoja
boca, que colma su oquedad con risas.
La navidad ha traído de vuelta tu sonrisa infantil,
un sueño somos tú y yo, mi chico,
reflejos en las gotas de sabia
que erizan la piña y la madera,
como en los días de oro y sal,
cuando escribí tu nombre y el mío
en cada pétalo frágil,
devenido polvo entre mis dedos… despierto.
¡Desvanécete blanco, que en ti no existo!
Me alegra que se agolpen las siluetas
en mi rojo corazón de cristal.
Habito en la luz... ¡Alucino!
El pino de navidad eclosiona en versos,
pronuncia en mi oído sílabas muy antiguas
con voces nuevas,
de guano de palma, de flores de verbena.
¡Es tu milagro, navidad,
en la aguja del pino se ensartó un lucero!