ADMINISTRACIÓN
Administrador
Poema 21
ROMEO
¿Sabéis acaso quién es Romeo?
No es el de Julieta,
es nada más y nada menos,
que mi gato aventurero.
¿Queréis oír esta bella historia?
Pues abre tus ojos a la imaginación,
que Romeo ocupará tu atención,
y esta historia quedará en tu memoria.
Romeo mi gato enamorado,
sale de noche a ver a su amada
que con rostro extrañado
ella lo ve entusiasmada.
Dos semanas Romeo estuvo en cama
que ni al balcón se aparecía,
pues de dolor de panza se retorcía,
sin salir siquiera al panorama.
A Romeo le gusta cazar ratones
no más para acariciarlos,
él no acepta presiones
para torturarlos.
Romeo, mi tierno felino,
reprime sus uñas,
cuando aprieto su gordura,
luego de sentir su pelo fino.
Por la mañana me despierta
reclamando su desayuno,
con sus patitas abre la puerta
que yo se los daré, de eso está seguro.
Busca a su amada en la altura,
con verla se vuelve poeta,
si en las noches despierta
embobado por su figura.
¡Oh luna amante de la noche!
Has engatusado a mi Romeo,
no es que esté haciéndote un reproche
pero hace tanto que no lo veo.
El lugar donde dormisteis
ya no quiero ver más
de pensar que no te veré jamás
pero sé que con San Francisco de Asís estarías.
ROMEO
¿Sabéis acaso quién es Romeo?
No es el de Julieta,
es nada más y nada menos,
que mi gato aventurero.
¿Queréis oír esta bella historia?
Pues abre tus ojos a la imaginación,
que Romeo ocupará tu atención,
y esta historia quedará en tu memoria.
Romeo mi gato enamorado,
sale de noche a ver a su amada
que con rostro extrañado
ella lo ve entusiasmada.
Dos semanas Romeo estuvo en cama
que ni al balcón se aparecía,
pues de dolor de panza se retorcía,
sin salir siquiera al panorama.
A Romeo le gusta cazar ratones
no más para acariciarlos,
él no acepta presiones
para torturarlos.
Romeo, mi tierno felino,
reprime sus uñas,
cuando aprieto su gordura,
luego de sentir su pelo fino.
Por la mañana me despierta
reclamando su desayuno,
con sus patitas abre la puerta
que yo se los daré, de eso está seguro.
Busca a su amada en la altura,
con verla se vuelve poeta,
si en las noches despierta
embobado por su figura.
¡Oh luna amante de la noche!
Has engatusado a mi Romeo,
no es que esté haciéndote un reproche
pero hace tanto que no lo veo.
El lugar donde dormisteis
ya no quiero ver más
de pensar que no te veré jamás
pero sé que con San Francisco de Asís estarías.