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Poema 29
En la voz del amor
Aún le pregunto a mi pasión,
mientras mi corazón no para de latir.
¿Es acaso mi porvenir,
un cuento o una ilusión?
De aquella bella mujer
diosa terrenal,
lujuria de mis sentidos
locura de mi amor.
Amor constante más allá de mi razón,
como sinfonía de letras,
tu nombre como melodía,
en mis oídos; la más hermosa canción.
En la ribera de mi latir,
donde arde la llama de mi memoria,
fuego prisionero de tu amor;
brasas candentes de mi afán por ti.
¡Juzga mi amor sin temor,
que el cielo me espera!
Cuatro letras envueltas en una esfera,
son para ti.
Resplandor de la más bella expresión;
en la voz del amor.
¡He de amarte y nunca olvidarte!
¡He de buscarte por la puerta del amor,
y por siempre enamorarte!
Tú eres mi luz,
siempre me brindas calor.
¡Me enamoré de ti,
me enamoré del amor!
Gran virtud.
Ahora soy un ser diferente
como cuna del amor,
tú eres mi anhelo.
Única; divina gran referente.
Germina el brillo en tu corazón,
¡Como estrella que nace,
en el jardín de mi vida!
Siendo tú, joya de mi existencia; mí única razón viva.
Si de mi latir nace una palabra,
¡Ha de crecer en el tuyo!
Como demencia entre gotas de amor,
y lluvia de pasión.
Contigo caí en las redes del amor.
¡Creí llegar a la madurez!
Y en la plenitud de mi edad madura;
ahora soy un inocente más.
¡Qué bello es perder la cordura!
En la voz del amor.
Autor : Henry Alfaro
En la voz del amor
Aún le pregunto a mi pasión,
mientras mi corazón no para de latir.
¿Es acaso mi porvenir,
un cuento o una ilusión?
De aquella bella mujer
diosa terrenal,
lujuria de mis sentidos
locura de mi amor.
Amor constante más allá de mi razón,
como sinfonía de letras,
tu nombre como melodía,
en mis oídos; la más hermosa canción.
En la ribera de mi latir,
donde arde la llama de mi memoria,
fuego prisionero de tu amor;
brasas candentes de mi afán por ti.
¡Juzga mi amor sin temor,
que el cielo me espera!
Cuatro letras envueltas en una esfera,
son para ti.
Resplandor de la más bella expresión;
en la voz del amor.
¡He de amarte y nunca olvidarte!
¡He de buscarte por la puerta del amor,
y por siempre enamorarte!
Tú eres mi luz,
siempre me brindas calor.
¡Me enamoré de ti,
me enamoré del amor!
Gran virtud.
Ahora soy un ser diferente
como cuna del amor,
tú eres mi anhelo.
Única; divina gran referente.
Germina el brillo en tu corazón,
¡Como estrella que nace,
en el jardín de mi vida!
Siendo tú, joya de mi existencia; mí única razón viva.
Si de mi latir nace una palabra,
¡Ha de crecer en el tuyo!
Como demencia entre gotas de amor,
y lluvia de pasión.
Contigo caí en las redes del amor.
¡Creí llegar a la madurez!
Y en la plenitud de mi edad madura;
ahora soy un inocente más.
¡Qué bello es perder la cordura!
En la voz del amor.
Autor : Henry Alfaro
