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Poema 3
Suspiro eterno
Viendo tu rostro hermoso y esos labios tibios sabor a miel
viendo tu mirada fresca tu dulce encanto oh divina mujer,
deseando transportarme en pleno y sobre una nube a tus pies llegar
deseando vivir en tu universo y un beso eterno por ti inventar.
Decirte que eres lo perfecto, lo profundo y bello y así del cielo... !Lo celestial!
que eres el fruto prohibido, lo más importante y sobre todo, mi dama ideal.
Porque tú, así de la nada has aparecido, has posado un beso en lleno
dentro de mi corazón entero y por eso ahí siempre estarás.
Surcando dentro de mi horizonte abres el portal de sueños
entras en mi pecho y con todo tu universo alborotas mi estar,
cruzando el todo y la nada te acurrucas en mis brazos
y dejando profunda huella en mi piel para amar.
Dejarte en cada momento un suspiro eterno y un camino andar
bajarte de mi cielo el fuego y sobre tu tierra fresca depositar mi versar,
decirte que eres mi amuleto la musa del alma y sobre todo el amor de amar
que solo con un breve contoneo te llevas mi deseo y también mi palpitar.
Suspiro eterno
Viendo tu rostro hermoso y esos labios tibios sabor a miel
viendo tu mirada fresca tu dulce encanto oh divina mujer,
deseando transportarme en pleno y sobre una nube a tus pies llegar
deseando vivir en tu universo y un beso eterno por ti inventar.
Decirte que eres lo perfecto, lo profundo y bello y así del cielo... !Lo celestial!
que eres el fruto prohibido, lo más importante y sobre todo, mi dama ideal.
Porque tú, así de la nada has aparecido, has posado un beso en lleno
dentro de mi corazón entero y por eso ahí siempre estarás.
Surcando dentro de mi horizonte abres el portal de sueños
entras en mi pecho y con todo tu universo alborotas mi estar,
cruzando el todo y la nada te acurrucas en mis brazos
y dejando profunda huella en mi piel para amar.
Dejarte en cada momento un suspiro eterno y un camino andar
bajarte de mi cielo el fuego y sobre tu tierra fresca depositar mi versar,
decirte que eres mi amuleto la musa del alma y sobre todo el amor de amar
que solo con un breve contoneo te llevas mi deseo y también mi palpitar.