ADMINISTRACIÓN
Administrador
Poema 30
Una historia de amor perdida
La mirada se fundió en el granate de tus ojos
mientras se adormecían los párpados,
el crepúsculo brotó entre mantos amarillos y rojos,
y con sus manos cubrió mi rostro.
Era tarde para resucitar el día.
Sólo lo vi una vez y se lo tragaron las montañas.
Quería mi cuerpo volar, quería
mi amor sentirlo todavía.
Pero la tarde dejó entrar a la noche,
dejó entrar al silencio.
Sólo miradas fundidas en tus ojos
y una mancha en mi corazón, una herida.
Una amapola con sus pétalos, tendida
entre la fresca y verde sábana del iris,
me cuenta una historia de amor perdida,
y la nostalgia se baña en mis pupilas,
saltando una lágrima al fondo de las aguas,
buceando, cristalina,
buscando una respuesta a su vida.
Su vida la encontró en una palabra,
como la mar, valiente,
como la nube, efímera,
etérea como el alma.
Amor, era la esencia que buscaba.
Autor : Milagros Rubio
Una historia de amor perdida
La mirada se fundió en el granate de tus ojos
mientras se adormecían los párpados,
el crepúsculo brotó entre mantos amarillos y rojos,
y con sus manos cubrió mi rostro.
Era tarde para resucitar el día.
Sólo lo vi una vez y se lo tragaron las montañas.
Quería mi cuerpo volar, quería
mi amor sentirlo todavía.
Pero la tarde dejó entrar a la noche,
dejó entrar al silencio.
Sólo miradas fundidas en tus ojos
y una mancha en mi corazón, una herida.
Una amapola con sus pétalos, tendida
entre la fresca y verde sábana del iris,
me cuenta una historia de amor perdida,
y la nostalgia se baña en mis pupilas,
saltando una lágrima al fondo de las aguas,
buceando, cristalina,
buscando una respuesta a su vida.
Su vida la encontró en una palabra,
como la mar, valiente,
como la nube, efímera,
etérea como el alma.
Amor, era la esencia que buscaba.
Autor : Milagros Rubio