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Poema 5
A mi ángel
Con tus bellos cabellos grises
y tu carita redonda,
con tu silueta oronda
y tus cantos y tus bises.
Así es como te quiero,
hombre de nariz grande,
con corazón sincero,
y que me animes a que ande.
Necesito tu compañía,
nuestras peleas banales,
como para tener miel,
se necesitan panales.
También quiero tu alegría,
pues cuando tu estás triste,
mis lágrimas salen a raudales
por los dolores que viste.
Te he amado con locura,
con silencio y complicidad,
con dolor que no tiene cura
y ahora con amistad.
Yo soy tu flor,
tú mi florero,
yo soy camino,
tú eres sendero.
Podría haber elegido
a otra persona amar
y, tal vez, mejor escogido,
pero por ti, me fui a apasionar.
Tú serás la estufa,
yo seré el carbón,
tu, en el guiso una trufa,
y yo seré un champiñón.
Como verás mi amado,
no te desharás de mí,
pues, aunque somos diferentes,
somos como prado y hierba verde, sacas de mí.
Tú eres hielo,
yo soy fuego,
tú eres agua,
yo sequía.
Por eso seguimos juntos.
¿O quien nos complementaria?
A mi ángel
Con tus bellos cabellos grises
y tu carita redonda,
con tu silueta oronda
y tus cantos y tus bises.
Así es como te quiero,
hombre de nariz grande,
con corazón sincero,
y que me animes a que ande.
Necesito tu compañía,
nuestras peleas banales,
como para tener miel,
se necesitan panales.
También quiero tu alegría,
pues cuando tu estás triste,
mis lágrimas salen a raudales
por los dolores que viste.
Te he amado con locura,
con silencio y complicidad,
con dolor que no tiene cura
y ahora con amistad.
Yo soy tu flor,
tú mi florero,
yo soy camino,
tú eres sendero.
Podría haber elegido
a otra persona amar
y, tal vez, mejor escogido,
pero por ti, me fui a apasionar.
Tú serás la estufa,
yo seré el carbón,
tu, en el guiso una trufa,
y yo seré un champiñón.
Como verás mi amado,
no te desharás de mí,
pues, aunque somos diferentes,
somos como prado y hierba verde, sacas de mí.
Tú eres hielo,
yo soy fuego,
tú eres agua,
yo sequía.
Por eso seguimos juntos.
¿O quien nos complementaria?