María del Mar Ponce López
Moderadora de Prosas Compartiendo Tristezas
Poeta sin palabras (décimas reales)
Hoy me duele vivir, me duele el viento
y necesito ser la primavera
de tu piel, que me enreda y me libera
del dolor que me causa el pensamiento.
Hoy se viste de blanco mi tormento
y empiezo a navegar entre claveles,
hoy me huelen a rosas los laureles.
Poeta sin palabras, sin historia
que pierde de sus sueños la memoria
y bebe la amargura de sus hieles.
Hoy necesito un vuelo de gaviotas
para alcanzar el cielo con mis manos,
del infierno provienen los gusanos,
las esperas, las guerras, las derrotas.
Transito por praderas tan remotas
que me faltan poemas y canciones,
que me sobran las dudas, las razones
para ser la palabra que se pierde,
el verso que me atrapa y que me muerde
en la sangre de un mar de corazones.
Tengo el alma cansada y dolorida,
el amor se instaló cerca del sueño
y busco con angustia y con empeño
una sola ilusión para mi vida.
Cualquier inspiración está perdida
en el negro profundo de la noche,
me pongo la armadura del reproche.
Hoy me duele la gota de rocío,
mi pobre corazón muere de frío
pues llevo a la tristeza como broche.
Poeta sin palabras que dibuja
las sombras de unos versos casi muertos,
arenas movedizas en desiertos
que caben en la piel de una burbuja.
Inspiración profunda que me empuja
a ser lágrima fiel en el espejo
del amor de cristales sin reflejo,
amor sin corazón, sin esperanza.
En barrica de roble mi venganza
descansa sin piedad cual vino añejo.
María del Mar Ponce López
Reservados todos los derechos de autor
Hoy me duele vivir, me duele el viento
y necesito ser la primavera
de tu piel, que me enreda y me libera
del dolor que me causa el pensamiento.
Hoy se viste de blanco mi tormento
y empiezo a navegar entre claveles,
hoy me huelen a rosas los laureles.
Poeta sin palabras, sin historia
que pierde de sus sueños la memoria
y bebe la amargura de sus hieles.
Hoy necesito un vuelo de gaviotas
para alcanzar el cielo con mis manos,
del infierno provienen los gusanos,
las esperas, las guerras, las derrotas.
Transito por praderas tan remotas
que me faltan poemas y canciones,
que me sobran las dudas, las razones
para ser la palabra que se pierde,
el verso que me atrapa y que me muerde
en la sangre de un mar de corazones.
Tengo el alma cansada y dolorida,
el amor se instaló cerca del sueño
y busco con angustia y con empeño
una sola ilusión para mi vida.
Cualquier inspiración está perdida
en el negro profundo de la noche,
me pongo la armadura del reproche.
Hoy me duele la gota de rocío,
mi pobre corazón muere de frío
pues llevo a la tristeza como broche.
Poeta sin palabras que dibuja
las sombras de unos versos casi muertos,
arenas movedizas en desiertos
que caben en la piel de una burbuja.
Inspiración profunda que me empuja
a ser lágrima fiel en el espejo
del amor de cristales sin reflejo,
amor sin corazón, sin esperanza.
En barrica de roble mi venganza
descansa sin piedad cual vino añejo.
María del Mar Ponce López
Reservados todos los derechos de autor
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