JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Dedicado a aquellos poetas que nos faltan.
De cuatro gotas del rocío
la semilla brota,
se alza la espiga orgullosa
mamando de la tierra rota.
Espiga que da la vida
cuando su fruto troca
de agua y tierra embarrada
el pan que hambre sofoca.
¿Porqué se seco tu tallo?
¿Porqué se angosto tu boca?
Nadie sabe el por qué
lo bueno de esta vida
dura unas estaciones
y la esperanza lo olvida.
Nadie sabe cuando
la muerte nos pida
cuentas inmerecidas
de deuda no parida.
¿Quien te permitió juzgar
a persona tan florida?
Solo se puede recordar
con el camino ganado
a la que solo bien repartió
por uno y otro lado.
De nada sirve llorar
ni enroscarse en el enfado
solo sus versos declamar
con el sentir del dejado.
Pero...¿como no desesperar
por la muerte de un poeta amado?
De cuatro gotas del rocío
la semilla brota,
se alza la espiga orgullosa
mamando de la tierra rota.
Espiga que da la vida
cuando su fruto troca
de agua y tierra embarrada
el pan que hambre sofoca.
¿Porqué se seco tu tallo?
¿Porqué se angosto tu boca?
Nadie sabe el por qué
lo bueno de esta vida
dura unas estaciones
y la esperanza lo olvida.
Nadie sabe cuando
la muerte nos pida
cuentas inmerecidas
de deuda no parida.
¿Quien te permitió juzgar
a persona tan florida?
Solo se puede recordar
con el camino ganado
a la que solo bien repartió
por uno y otro lado.
De nada sirve llorar
ni enroscarse en el enfado
solo sus versos declamar
con el sentir del dejado.
Pero...¿como no desesperar
por la muerte de un poeta amado?