Eclipse
Miembro Conocido
Sembraste en mí el polen de tus palabras
y decidí acunarlo con flores del mañana,
lo columpié con los rayos de la luna,
lo alimenté con estrellas de esperanzas,
lo cubrí en las noches con mantos de sueños
y en cada amanecer
lo bañé con besos de rocío.
Pero los esquemas del tiempo se agrietaron
y el presente quedó postergado
viendo que los primeros retoños
estaban petrificados.
Fue entonces cuando comprendí
que las palabras solo eran palabras,
y que tú, mujer,
eras una vendedora de vientos.