Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
La viuda muy impaciente,
con setenta años contados,
pensaba muy seriamente
que el momento había llegado
de casarse nuevamente.
Y con ese cometido
en un diario fue a poner
un anuncio repetido
donde se podía leer:
“ESTOY BUSCANDO MARIDO”.
Tambien con unas letrotas
agregaba sin dudar:
“QUE SEA DE MI MISMA EDAD
Y NO ME ENGAÑE CON OTRAS
NI TENGA AGRESIIVIDAD"-
Y así siguiendo la trama,
estas frases le adiciona:
“QUE SEA MUY BUENO EN LA CAMA
Y SE PRESENTE EN PERSONA”.
Después llegó un pretendiente
en una silla de ruedas
y aquella viuda le externa:
No seas iluso, detente,
ni siquiera tienes piernas.
El anciano se sonrió
y le dijo sin dudar:
pues por eso mismo yo
nunca te podré engañar.
Ni tampoco tienes brazos,
le dijo ella de su parte,
y él contestó: en ese caso
tampoco podré pegarte.
Luego la mujer exclama
con dudas y sin retraso:
¡¿Aún sin piernas y sin brazos,
eres muy bueno en la cama?!
Él le contestó con traza:
“Espero que no te cimbres,
pero al llegar a tu casa
¿con qué crees que toqué el timbre?”
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