Marisa Lozano Fuego
Miembro Activo
QUIÉN FUERA HERODES
Corretean pequeños hombrecitos
por la plaza del pueblo, y yo sospecho
que albergan esperanzas en el pecho
de provocar colapsos infinitos.
Estos sádicos, lúdicos proscritos
recogen ilusiones que desecho,
inflaman de candor mi ser maltrecho...
¡Pretenden conmoverme, los malditos!
Desenvaino la punta de mi espada...
"¡Quién fuera Herodes!"-digo entre murmullos-
y acto seguido caigo, derrotada.
Entre suaves y rítmicos arrullos
me invitan a colarme, acurrucada,
en cándidos y tiernos juegos suyos.
Marisa Lozano Fuego
Corretean pequeños hombrecitos
por la plaza del pueblo, y yo sospecho
que albergan esperanzas en el pecho
de provocar colapsos infinitos.
Estos sádicos, lúdicos proscritos
recogen ilusiones que desecho,
inflaman de candor mi ser maltrecho...
¡Pretenden conmoverme, los malditos!
Desenvaino la punta de mi espada...
"¡Quién fuera Herodes!"-digo entre murmullos-
y acto seguido caigo, derrotada.
Entre suaves y rítmicos arrullos
me invitan a colarme, acurrucada,
en cándidos y tiernos juegos suyos.
Marisa Lozano Fuego