María del Mar Ponce López
Moderadora de Prosas Compartiendo Tristezas
Recuerdo...(tercetos encadenados)
Recuerdo que la luz de la mañana
acunaba a la angustia de mis sueños,
cual refugio de paz en mi ventana.
Con abrazos extraños y pequeños
jugaba a ser la niña de mi historia,
entre muñecos tristes y risueños.
Recuerdo, no me falla la memoria,
que un ciprés me enseñó que con olvidos
puedo volar en alas de la gloria.
Me alimento de frutos concebidos
con tierra, con cemento y con gaviotas
que nacen y se mueren en sus nidos.
Recuerdos aferrados a las gotas
que mis ojos derraman sin aliento,
en un mundo colmado de derrotas.
Soy la espera preñada de tormento,
un reloj en la piel, un verso oscuro,
el amargo sabor de un condimento.
Soy la esencia perfecta de lo impuro,
soy el brillo que anuncia la tormenta.
Mi recuerdo es mortal como el cianuro.
Mi vida la compré, pero se renta,
todo me sabe a pena y la amargura
me ataca, me acaricia, me sustenta.
Me columpio en el mar de la locura...
María del Mar Ponce López
Reservados derechos de autor
Recuerdo que la luz de la mañana
acunaba a la angustia de mis sueños,
cual refugio de paz en mi ventana.
Con abrazos extraños y pequeños
jugaba a ser la niña de mi historia,
entre muñecos tristes y risueños.
Recuerdo, no me falla la memoria,
que un ciprés me enseñó que con olvidos
puedo volar en alas de la gloria.
Me alimento de frutos concebidos
con tierra, con cemento y con gaviotas
que nacen y se mueren en sus nidos.
Recuerdos aferrados a las gotas
que mis ojos derraman sin aliento,
en un mundo colmado de derrotas.
Soy la espera preñada de tormento,
un reloj en la piel, un verso oscuro,
el amargo sabor de un condimento.
Soy la esencia perfecta de lo impuro,
soy el brillo que anuncia la tormenta.
Mi recuerdo es mortal como el cianuro.
Mi vida la compré, pero se renta,
todo me sabe a pena y la amargura
me ataca, me acaricia, me sustenta.
Me columpio en el mar de la locura...
María del Mar Ponce López
Reservados derechos de autor