Leonor
Miembro
Habían terminado de amarse esa noche. Habían sellado un pacto de silencio con gemidos y respiración agitada.
Tendidos uno al lado del otro, sus manos en la espalda de ella, dibujaron delicadamente una flor.
Ya no hubo mas besos, ni vuelos, ni sudor. Sedienta y desnuda va en busca de agua, se pasea orgullosa de tanto deseo y tan poca cintura.
Se conocieron hace unos meses en la arena y hoy se hacían desierto. El miró su cuerpo con el haz que entraba por la ventana y alabó la hermosura de sus pechos a la luna. Ese fue solo el primero de sus años, gritos, besos y cumplidos.