JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Refleja la luna en tus negros ojos,
haciendo oscura la noche
y mate la luz serena.
Las estrellas se cuelgan
de tus azabaches pestañas,
como gotas de roció
brillando en la madrugada.
Mirar tus ojos negros
es perderse en el olvido,
beber de fuente fresca
en el infierno perdido.
No suenan las campanadas,
el tiempo se ha detenido,
me he hundido en esos pozos
que a mi voluntad han rendido.
Océano donde se baña
el deseo más ladino,
todo cubierto de oro,
todo cubierto de espino.
Háblame mientras me miras,
que tu mirar no me habla
y quiero que amor me digan,
antes de que llegue el alba.
Que si por la noche son perlas,
de día son jácaras,
deseo de mi pasión,
latidos para mi henchidas venas.
A esos negros ojos
ligo yo mi fortuna.
Que me responda tu boca,
o ese reflejo de luna.
haciendo oscura la noche
y mate la luz serena.
Las estrellas se cuelgan
de tus azabaches pestañas,
como gotas de roció
brillando en la madrugada.
Mirar tus ojos negros
es perderse en el olvido,
beber de fuente fresca
en el infierno perdido.
No suenan las campanadas,
el tiempo se ha detenido,
me he hundido en esos pozos
que a mi voluntad han rendido.
Océano donde se baña
el deseo más ladino,
todo cubierto de oro,
todo cubierto de espino.
Háblame mientras me miras,
que tu mirar no me habla
y quiero que amor me digan,
antes de que llegue el alba.
Que si por la noche son perlas,
de día son jácaras,
deseo de mi pasión,
latidos para mi henchidas venas.
A esos negros ojos
ligo yo mi fortuna.
Que me responda tu boca,
o ese reflejo de luna.