No termina el año, ni la primavera; termina una fase de la vida. Los viejos planes y los antiguos planos, ya no son útiles… hay que hacer otros nuevos. Es imprescindible cruzar el puente y dejar al otro lado del río las cargas superfluas, la mochila de los errores, la de los éxitos o triunfos.
Guardaré en el sótano los baúles de aquellos recuerdos que deben ser alejados de la continua presencia, en el congelador, aquellos sentimientos de pasiones inadecuadas para el presente o el futuro y limpiaré mis cabellos y mi garganta de las raspas del pescado que un día comí con prisa.
Limpio de lastre para un nuevo lustro, en la noche de los tiempos, no huiré de la realidad ni de las certezas y si tengo la suerte de encontrar el puente de la fantasía, llegaré a Marte y descubriré nuevos soles y otras lunas.
Guardaré en el sótano los baúles de aquellos recuerdos que deben ser alejados de la continua presencia, en el congelador, aquellos sentimientos de pasiones inadecuadas para el presente o el futuro y limpiaré mis cabellos y mi garganta de las raspas del pescado que un día comí con prisa.
Limpio de lastre para un nuevo lustro, en la noche de los tiempos, no huiré de la realidad ni de las certezas y si tengo la suerte de encontrar el puente de la fantasía, llegaré a Marte y descubriré nuevos soles y otras lunas.
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