Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
En el domo celeste puedo ver
extasiado el hechizo de la aurora,
con un tinte sin par que la decora,
cuando en ella se pone el rosicler.
Gran momento del bello amanecer,
cuya magia al espacio se incorpora,
y sus rasgos ofrecen luz colora
con matices que suelen complacer.
Con el frío invernal surge el encanto
de pinceles divinos en el manto,
cuya vista produce dulce calma.
Son colores de tono purpurino,
que se ven en el cielo matutino,
y se quedan prendidos en el alma.
extasiado el hechizo de la aurora,
con un tinte sin par que la decora,
cuando en ella se pone el rosicler.
Gran momento del bello amanecer,
cuya magia al espacio se incorpora,
y sus rasgos ofrecen luz colora
con matices que suelen complacer.
Con el frío invernal surge el encanto
de pinceles divinos en el manto,
cuya vista produce dulce calma.
Son colores de tono purpurino,
que se ven en el cielo matutino,
y se quedan prendidos en el alma.