Sé quien eres,
de tanto tiempo sentirte,
te guardo en mi corazón
y cada latido me embiste.
Sé que es un amor inadecuado,
donde el valor desiste.
Sé como eres,
aunque en el horizonte te escondas
lo sé y es mi tortura
mientras sea la tierra redonda.
Pero ni juglar soy, ni poeta,
ni cantor de desamores
nada tengo que demostrar
ni aplicar el ungüento,
el que mata resquemores.
En realidad nada soy
solo alguien que un día
tuvo un sueño equivocado
y eso no me lo perdono
al hacerme un desgraciado.
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