Federico Mendo
Miembro Conocido
Llegas presurosa, trayendo entre tus manos,
unas cálidas flores arrancadas de tu jardín,
me dices - son para ti, llenándome de besos,
amor de mis sueños y de mi amor sin fin.
Te veo muy hermosa oh cándida mujer,
pero tu amor eterno me durara un instante,
porque en tu vida existe ya otro querer,
y yo, yo solo soy para ti, tu gran amante.
Eres mujer tierna, dulce y soñadora,
eres señora de amor y buena amante,
eres el perfume que mi cuerpo añora,
eres la compañera que vive en mi mente.
Solo mirarte un instante y hasta con miedo,
y entregarnos entre sabanas cálidas de amor,
te siento que te alejas y que día a día te pierdo,
porque cuando no estas siento un gran dolor.
Señora amante, mi eterna amante,
se ira contigo mis besos ardientes,
ya no serás mi néctar ni mi calmante,
porque en mis sueños estarás ausente.
Eres tú la pasión del recuerdo de la tarde,
de cada encuentro de noches de diamante,
tu cuerpo y el mío en la noche arde,
de la pasión dormida ¡oh!, señora amante.
Autor: Federico Mendo
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