Seis
Miembro Activo
Hago nudos con las noches,
en las que la voz de la nada contiene
mi ser.
Un silencio tan sostenido que aprendió a hablar
me nubla con palabras la razón que queda.
Todo es blanco en mí. La tinta está muriendo
y me acaricia al descender sin vida sobre la piel.
Como un jarrón no muy hermoso, sujeto polvo y calma
en un rincón donde nadie admira la verdad de una mentira.
Me hice a mí mismo de palabras pensadas,
que solo son eso, y no son nada.
Pienso en mi forma, y es mi silueta el agua
de algunos besos mezclados con tormentas
que ahora llueven sobre otros horizontes.
Quizá un amor sincero pueda nacer de una
de mis mejores lágrimas, en otro cuerpo.
Solo existe un leve latido esperanzando
entre las acuarelas de mi abstracto cuadro.
Veo partes de un poema que siempre
se quedó a medias en el espejo.
Tengo tantas cosas que contarte
que me duelen ya las cuerdas vocales.
Todo lo que siempre quise ser espera silencioso.
Todo lo que siempre quise tener ahora es nada.
Ansia de soltar el último peso; y así besarte
de forma verdadera.
Una palabra más nace cubriendo de oscuridad
la verdad azul y clara de mi vida.
Otro segundo pasa y perece entre nosotros.
No sé qué hacer para decirte que no llores sin pronunciar palabras.
Tampoco quiero equivocarme y sentir tu piel; porque antes de ti,
ya no era nada.
en las que la voz de la nada contiene
mi ser.
Un silencio tan sostenido que aprendió a hablar
me nubla con palabras la razón que queda.
Todo es blanco en mí. La tinta está muriendo
y me acaricia al descender sin vida sobre la piel.
Como un jarrón no muy hermoso, sujeto polvo y calma
en un rincón donde nadie admira la verdad de una mentira.
Me hice a mí mismo de palabras pensadas,
que solo son eso, y no son nada.
Pienso en mi forma, y es mi silueta el agua
de algunos besos mezclados con tormentas
que ahora llueven sobre otros horizontes.
Quizá un amor sincero pueda nacer de una
de mis mejores lágrimas, en otro cuerpo.
Solo existe un leve latido esperanzando
entre las acuarelas de mi abstracto cuadro.
Veo partes de un poema que siempre
se quedó a medias en el espejo.
Tengo tantas cosas que contarte
que me duelen ya las cuerdas vocales.
Todo lo que siempre quise ser espera silencioso.
Todo lo que siempre quise tener ahora es nada.
Ansia de soltar el último peso; y así besarte
de forma verdadera.
Una palabra más nace cubriendo de oscuridad
la verdad azul y clara de mi vida.
Otro segundo pasa y perece entre nosotros.
No sé qué hacer para decirte que no llores sin pronunciar palabras.
Tampoco quiero equivocarme y sentir tu piel; porque antes de ti,
ya no era nada.
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