Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
Calla, no digas nada, solamente haz memoria
de las horas hermosas que tuvieron los días
en que nuestro cariño de inmensas alegrías
escribía en el tiempo nuestra feliz historia.
Deja darte un abrazo porque siento la gloria
al recibir tu aroma y el calor que me envías
con la misma ternura de aquellas lozanías
que me daban aliento con placidez notoria.
Ven, no digas palabras y siéntate a mi lado,
avivemos ahora el pasado dichoso
y deja que mi pecho palpite embelesado
sintiendo tu presencia con infinito gozo
para que nuevamente mi ser entusiasmado
te llene de caricias, contento y amoroso.
de las horas hermosas que tuvieron los días
en que nuestro cariño de inmensas alegrías
escribía en el tiempo nuestra feliz historia.
Deja darte un abrazo porque siento la gloria
al recibir tu aroma y el calor que me envías
con la misma ternura de aquellas lozanías
que me daban aliento con placidez notoria.
Ven, no digas palabras y siéntate a mi lado,
avivemos ahora el pasado dichoso
y deja que mi pecho palpite embelesado
sintiendo tu presencia con infinito gozo
para que nuevamente mi ser entusiasmado
te llene de caricias, contento y amoroso.