Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
No es necesario apresurar el paso
cuando la vida nos ofrece amores
y nos entrega nítidos fulgores
sintiendo de ella su gentil abrazo.
No hay que dejar que se termine el plazo
para admirar la luz con sus colores
sin descartar los fúlgidos rubores
de las hermosas tardes del ocaso.
Es un deleite degustar el vino
sin apurar la copa en el camino,
hasta el final ignoto de la espera.
No hay que correr, la vida toda entera,
bajo de un cielo azul y cristalino,
nos brinda flores como en primavera.
cuando la vida nos ofrece amores
y nos entrega nítidos fulgores
sintiendo de ella su gentil abrazo.
No hay que dejar que se termine el plazo
para admirar la luz con sus colores
sin descartar los fúlgidos rubores
de las hermosas tardes del ocaso.
Es un deleite degustar el vino
sin apurar la copa en el camino,
hasta el final ignoto de la espera.
No hay que correr, la vida toda entera,
bajo de un cielo azul y cristalino,
nos brinda flores como en primavera.