Karinucha40
Miembro Conocido
Soy tan agreste como
el viento norte,
que acosa mis pagos,
y tan suave como el capullo,
de sus algodonales.
Erguida camino,
aunque por mis heridas esté sangrando,
orgullosa y altiva, como el quebracho.
Soy también esa herencia,
de sangre andaluza,
y llevo implícita esa idiosincracia,
mezcla de razas,
típica de estas tierras,
que supo acunar -generosa-
inmigrantes en sus entrañas.
Soy ese aborígen desarraigado.
Soy ese hachero,
que abrió caminos,
en los inhóspitos campos.
Soy ese cazador,
cautivo del hambre,
para quien matar no era un "hobbie",
sino su única forma de susbsistir.
Soy ese pasado,
que todos olvidaron.
Soy ese presente,
que quizá pocos valoran.
Soy ese chamamé,
que mis padres bailaban,
y sin pretender, de tanto escucharlo,
mis labios terminaron -de memoria- cantando.
Soy, ese cosechero,
que, al igual que el "Yaguareté",
casi se extingue de los campos.
Soy esas tardes,
de charlas, bajo un árbol,
con la pava compartiendo
el mate.
Soy de esas mañanas,
en las que no se temía,
que los niños hagan sólos,
los mandados.
Soy, de esas tierras,
donde "la palabra"
tenía el mismo valor,
que hoy cualquier contrato,
firmado ante escribano.
Crecí escuchando,
la leyenda del "Pombero"
y del "Lobizón",
tierra donde la "luz mala"
iluminaba la oscuridad y
ahuyentaba a cualquier
valiente, que por la noche,
por las "picadas", se animaba a transitar.
Soy leyenda, y no por eso
dejo ...de ser verdad.
En mi sencillez quizá logres,
ahondar en mis mas profundos misterios.
Soy tierra, y también semilla.
Soy el río que brinda vida.
¡Oye! misterioso Chaco,
...soy tu orgullosa hija.
(Observaciones: Chaco es el nombre de la Provincia donde vivo, al Norte de la República Argentina)
el viento norte,
que acosa mis pagos,
y tan suave como el capullo,
de sus algodonales.
Erguida camino,
aunque por mis heridas esté sangrando,
orgullosa y altiva, como el quebracho.
Soy también esa herencia,
de sangre andaluza,
y llevo implícita esa idiosincracia,
mezcla de razas,
típica de estas tierras,
que supo acunar -generosa-
inmigrantes en sus entrañas.
Soy ese aborígen desarraigado.
Soy ese hachero,
que abrió caminos,
en los inhóspitos campos.
Soy ese cazador,
cautivo del hambre,
para quien matar no era un "hobbie",
sino su única forma de susbsistir.
Soy ese pasado,
que todos olvidaron.
Soy ese presente,
que quizá pocos valoran.
Soy ese chamamé,
que mis padres bailaban,
y sin pretender, de tanto escucharlo,
mis labios terminaron -de memoria- cantando.
Soy, ese cosechero,
que, al igual que el "Yaguareté",
casi se extingue de los campos.
Soy esas tardes,
de charlas, bajo un árbol,
con la pava compartiendo
el mate.
Soy de esas mañanas,
en las que no se temía,
que los niños hagan sólos,
los mandados.
Soy, de esas tierras,
donde "la palabra"
tenía el mismo valor,
que hoy cualquier contrato,
firmado ante escribano.
Crecí escuchando,
la leyenda del "Pombero"
y del "Lobizón",
tierra donde la "luz mala"
iluminaba la oscuridad y
ahuyentaba a cualquier
valiente, que por la noche,
por las "picadas", se animaba a transitar.
Soy leyenda, y no por eso
dejo ...de ser verdad.
En mi sencillez quizá logres,
ahondar en mis mas profundos misterios.
Soy tierra, y también semilla.
Soy el río que brinda vida.
¡Oye! misterioso Chaco,
...soy tu orgullosa hija.
(Observaciones: Chaco es el nombre de la Provincia donde vivo, al Norte de la República Argentina)
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