• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

Sueño de horror y muerte

SUEÑO DE HORROR Y MUERTE

I

¡Oh, lluvia en caudal tormentoso
arrastrando la tierra y sus rocas
volando cual si fueran nubes portentosas!

¿Estoy delirando?, ¿porqué veo ante mis ojos
tal furiosa embestida,
que deshace la hierba en raíces y barro?

¡Ah, sobre el mar veo este sombrío espectáculo
en venganza de no se qué locura!

Perdido voy en estas imágenes
mientras brotan arroyos
por debajo de la tierra.

Aguas, aguas claras y rugientes
arrastrando la hierba y los árboles
que van bajando,
hacia el mar.

¿Quién pudiera ahora rescatar
a los perdidos caminanntes de esta ciudad?

Yo observo aquí, petrificado.
Van pasando ante mí los fantasmas,
tan serenos, tan precisas sus palabras y sus gestos
que tal parece lo han vivido desde siglos.

Más debo regresar a mi hogar
y he olvidado mi casa y el camino,
¡Oh Dios!, y mis hijos, dónde están?

¿no andábamos juntos, tan recientemente
maravillados por sus inmensos parques
llenos de flores
y la sublime vista de la costa?


II

Camino bordeando las antiguas calles,
y una extraña fuerza
me arrebata en vértigo,
el terror es un estorbo
pues debo pensar
cómo encontrar a mi familia.

Me superan las distancias,
¿acaso el viento me lleva?
Con asombrosa rapidez devoro distancias
llenas de adificios, tránsito, bocinazos, todo.
¿Por dónde voy ahora en esta marcha
en que mis pies parecen tan ausentes?

Pausa. Hacia los altos edificios fiscales
veo asomarse por las ventanas
unos formidables guerreros del caos.

Lo que el viento y la lluvia aún no ha hecho,
ellos van rompiendo con fierros y guadañas;

Feroces alaridos de júbilo destructor
orgía y caos invocando la muerte,
bombas y metrallas dirigidas al corazón de la cuidad
que llora su desamparo.

Y caen frisos y oropeles, vidrios y ventanas
¿Y por qué esta estúpida locura?

Vienen otros con blancos uniformes
y con otros armamentos,
y los matan, ¡Horripilante carniceria de sangre!
¡tanta sangre por las calles derramada!

Y siento rabia y temor,
pero más temor e impotencia
porque todo lo que hasta ahora he construido
al parecer debe morir, sea en una o en a otra cara
de estas páginas amargas.

El extraño viento me arrebata
a otros lugares y momentos mientras pienso:
¿Era justa esta metanza y destrucción?
Pero donde, dónde están los míos?


III

¿Dónde hallar alguna pista, un alma solidaria?
Y me veo en un café, en que la gente
parece estar ajena a todos estos dramas.

Pero señor, si usted ya se registró en el Hotel
y tiene la cuenta pagada. ¿Dónde estaba?
Sorprendido lo compruebo en el Libro del lugar.
Más debo partir de inmediato
para encontrarme con los míos.

Y voy calle abajo preguntando,
y diciendo la ubicación primera
La costa, las playas, -voy diciendo y preguntando-
ahí donde han volado las rocas,
¿Es que usted no se ha enterado?

A poco andar ingreso en un laberinto de edificios
voy corriendo por mudos pasillos subterráneos,
sorprendiéndome las aguas que se agitan
en arroyos visibles, más allá de los vidrios
y las luces naturales y la hierba,
y a ras de los suelos, unos jardines, llenos de agua.

Un policía me detiene. ¿Señor a dónde va?
y así le explico mi aflicción. Y sin más,
me conduce a una plaza.
Calle abajo, silencioso, reservado,
me conduce
hacia tres jóvenes altos.

IV

Trato de explicar mi situación
Pero ellos permanecen herméticos y distantes
y comienzo a sentirme cautivo
pues me llevan, dos atrás, y uno por delante.
Caminan a largos pasos
tenso silencio, sólo el viento y las calles
malolientes y secas
que van pasando, pasando.

Más de pronto, hacia el fondo de un parque
percibo silenciosas señas y aceleran.
Así voy casi confiado, pensando
que muy pronto
legaré al lugar que busco tanto.

¡Ah, cémo es que aquí me dejan!
Es lo que que quisiera decir, pero no puedo,
¡me han tricionado!
¿Es que aqui me tiran, como a un perro
ante los guerreros del caos?

Sólo escucho: "Aquí lo tienen".

Veo acercarse uno con mirada torva
y alaridos temerarios.
¡Es mío!, ¡Esa sangre es mía!
y se acerca,
con un fierro entre las manos!

Aquí y ahora habré de morir,
es lo que pienso
mientras doy la vuelta
para enfrentarlo.
Y otros muchos más, y más
me están rodeando.

E.D.A
 
Última edición:
Sentirse acorralado por la fuerza destructora de la naturaleza y la violencia humana, el poema describe con fuerza y hace sentir todo eso. Que dolor que cosas como esa tengan lugar en nuestro planeta azul. Un saludo
 

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba