barcelo77
Miembro Conocido
Si me tengo que odiar por cada vez
que tropecé en la vida,
entonces,
no daría el próximo paso,
ni abriría la siguiente puerta.
El odio nos hace débiles
y la principal de sus comidas,
lo peor,
es nuestro empeño en alimentarlo.
El fracaso es un sucio traidor,
que intuye
cuando la fé y la esperanza,
yacen muertas en el campo de la rendición.
Pero...
siempre quedarán hojas
que se atrevan
a desafiar a su otoñal destino,
y valientes que mueran
por besar sus sueños.
En un mundo acomodado,
la rebeldía;
es un acto de valor
sólo al alcance,
de quién duerme con la locura;
locura,
que respiran sólo los elegidos.
Imprègnate de su aroma...
Vive,
trasmite.
Que el mundo se dibuje a tu son;
y baile al compás del color de tu sonrisa.
Que la sombra que acerca
el viento futuro,
no cubra la luz de tu presente,
no resulta necesario sufrir
por lo que aún no ha acontecido.
Si te sientas a esperar,
lo que te depare el mañana, tal vez,
pierdas ese instante para siempre
y quizás, solo sea la soledad,
tu única compañera.
Sobrevivir no basta,
Que nadie hable por tí,
ni se haga dueño de tus pasos,
Vive,
pues tendrás tiempo de morir...
y acuérdate de devolver un beso,
cada vez que te escupa la vida.
que tropecé en la vida,
entonces,
no daría el próximo paso,
ni abriría la siguiente puerta.
El odio nos hace débiles
y la principal de sus comidas,
lo peor,
es nuestro empeño en alimentarlo.
El fracaso es un sucio traidor,
que intuye
cuando la fé y la esperanza,
yacen muertas en el campo de la rendición.
Pero...
siempre quedarán hojas
que se atrevan
a desafiar a su otoñal destino,
y valientes que mueran
por besar sus sueños.
En un mundo acomodado,
la rebeldía;
es un acto de valor
sólo al alcance,
de quién duerme con la locura;
locura,
que respiran sólo los elegidos.
Imprègnate de su aroma...
Vive,
trasmite.
Que el mundo se dibuje a tu son;
y baile al compás del color de tu sonrisa.
Que la sombra que acerca
el viento futuro,
no cubra la luz de tu presente,
no resulta necesario sufrir
por lo que aún no ha acontecido.
Si te sientas a esperar,
lo que te depare el mañana, tal vez,
pierdas ese instante para siempre
y quizás, solo sea la soledad,
tu única compañera.
Sobrevivir no basta,
Que nadie hable por tí,
ni se haga dueño de tus pasos,
Vive,
pues tendrás tiempo de morir...
y acuérdate de devolver un beso,
cada vez que te escupa la vida.
Última edición: