Tómame en cuenta
La tarde que se te acaben
los poemas en la despensa,
que escuches tu salsa o trova
y las sientas ya muy ajenas,
o no puedas decirle a un diario
ni tu nombre ni la fecha,
y en el día de tu cumpleaños
soples sin deseos las velas,
o que vayas a partirte los labios
con los besos de cualquiera,
que quieras solo por querer
sin inspiración y sin fuerza,
o que vivas a pie juntillas
las reglas a puño y letra,
que te conformes del horario
y vegetes en una espera,
o no te asusten los bancos,
ni te atraigan las diferencias;
desde ese día mi niña,
sabes, tómame en cuenta,
para despegarte los pies del suelo
y llenar de ilusiones tu cabeza,
y no dejar que se apague tu risa,
Dios así no lo quiera,
decirte que en lo que hago
siempre serás la primera,
hagamos tus dudas a un lado
y de nuevo, tómame en cuenta,
pongamos manos a la obra,
en sus marcas, listos ¡Fuera!
Felipe León
La tarde que se te acaben
los poemas en la despensa,
que escuches tu salsa o trova
y las sientas ya muy ajenas,
o no puedas decirle a un diario
ni tu nombre ni la fecha,
y en el día de tu cumpleaños
soples sin deseos las velas,
o que vayas a partirte los labios
con los besos de cualquiera,
que quieras solo por querer
sin inspiración y sin fuerza,
o que vivas a pie juntillas
las reglas a puño y letra,
que te conformes del horario
y vegetes en una espera,
o no te asusten los bancos,
ni te atraigan las diferencias;
desde ese día mi niña,
sabes, tómame en cuenta,
para despegarte los pies del suelo
y llenar de ilusiones tu cabeza,
y no dejar que se apague tu risa,
Dios así no lo quiera,
decirte que en lo que hago
siempre serás la primera,
hagamos tus dudas a un lado
y de nuevo, tómame en cuenta,
pongamos manos a la obra,
en sus marcas, listos ¡Fuera!
Felipe León