Arturo González
Miembro Activo
Con toda la fuerza de las llamas de amor
En mi carne,
Te deseo.
Con todo el dolor de las debilidades
Del alma de un hombre,
Te deseo.
Este afecto al que me aferro,
Me hace maldecir los vientos
Y enviar mi destino al destierro;
Por eso digo,
Como el viejo cantor en su canto:
“Te deseo, Te deseo,
Te deseo tanto.”
No mires esta dura carcasa,
Te ruego.
Guarda tus ojos
Para mejores glorias, mayores días.
Esto es un hombre. . .
Nada más.
Perdona los pecados del pasado,
Olvida el estrechar de las manos.
Este es solo el poder del tiempo tirano;
Pero el tiempo es cansado
Y el hombre es vulnerable.
Por esto digo,
Como el viejo cantor solía hacer:
“Te deseo, Te deseo,
Te deseo tanto.”
Septiembre 1, 2014.
En mi carne,
Te deseo.
Con todo el dolor de las debilidades
Del alma de un hombre,
Te deseo.
Este afecto al que me aferro,
Me hace maldecir los vientos
Y enviar mi destino al destierro;
Por eso digo,
Como el viejo cantor en su canto:
“Te deseo, Te deseo,
Te deseo tanto.”
No mires esta dura carcasa,
Te ruego.
Guarda tus ojos
Para mejores glorias, mayores días.
Esto es un hombre. . .
Nada más.
Perdona los pecados del pasado,
Olvida el estrechar de las manos.
Este es solo el poder del tiempo tirano;
Pero el tiempo es cansado
Y el hombre es vulnerable.
Por esto digo,
Como el viejo cantor solía hacer:
“Te deseo, Te deseo,
Te deseo tanto.”
Septiembre 1, 2014.
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