Alba Rivero.
Miembro Conocido
Tengo un rugido nocturno y un olvido
y una bonita canción, sonando lejos.
Tengo los ojos abiertos y hace frío
y oigo el maldito tic, tac, calar mis huesos.
Tengo un billete del tren de los recuerdos
que en el orillo del tiempo se hacen vagos,
una mochila raída de desvelos
y un camisón de locura con andrajos.
Tengo un pedazo de pan, del otro día
al que le falta un café y algún silencio,
tengo un sartén sin el mango, tengo a Frida
y este dolor lacerante como el fuego.
Tengo un puñado de azul, para pintarle
a la mañana algún cielo sin tormenta
y un buen retazo de mar para engañarme
y zambullirme en la playa sin arenas
Tengo tu rostro dormido en mi retina
y un hasta luego que nunca fue retorno,
tengo la cuota de miel de una sonrisa
que se me ha vuelto enemiga en lo muy hondo.
Tengo caminos de luna que en mi frente
han esculpido la huella de los años
tengo una rosa dormida, remanente
que entre las hojas de un libro se ha secado.
Tengo también mariposas que me esperan
y algún rayito de sol para alumbrarme,
Tengo un remanso de paz en el poema
y un corazón que porfía enamorarse.
Tengo las alas de niña en un envase
que se desdice del Ser aprisionado,
tengo un puñado de estrellas que reparten
brillos de plata al camino de mis pasos.
Alba Rivero.
y una bonita canción, sonando lejos.
Tengo los ojos abiertos y hace frío
y oigo el maldito tic, tac, calar mis huesos.
Tengo un billete del tren de los recuerdos
que en el orillo del tiempo se hacen vagos,
una mochila raída de desvelos
y un camisón de locura con andrajos.
Tengo un pedazo de pan, del otro día
al que le falta un café y algún silencio,
tengo un sartén sin el mango, tengo a Frida
y este dolor lacerante como el fuego.
Tengo un puñado de azul, para pintarle
a la mañana algún cielo sin tormenta
y un buen retazo de mar para engañarme
y zambullirme en la playa sin arenas
Tengo tu rostro dormido en mi retina
y un hasta luego que nunca fue retorno,
tengo la cuota de miel de una sonrisa
que se me ha vuelto enemiga en lo muy hondo.
Tengo caminos de luna que en mi frente
han esculpido la huella de los años
tengo una rosa dormida, remanente
que entre las hojas de un libro se ha secado.
Tengo también mariposas que me esperan
y algún rayito de sol para alumbrarme,
Tengo un remanso de paz en el poema
y un corazón que porfía enamorarse.
Tengo las alas de niña en un envase
que se desdice del Ser aprisionado,
tengo un puñado de estrellas que reparten
brillos de plata al camino de mis pasos.
Alba Rivero.