Luis Gerardo
Miembro Conocido
Por mi pelo encanecido
puedo medir el tiempo
que ha pasado, a veces lento
otras, un tornado enfurecido.
Sin embargo no me pesa
el camino recorrido
solo pesa el olvido
y los labios que no besan
mi frente llena de grietas.
Estas manos van abiertas
aunque nada encontrarán
mi sendero está vacío
y mi paso entumecido
por las calles de alquitrán.
Los ecos que escucho en mi cabeza
son de ayeres floridos
cuando amé pieles de seda
y sus ojos coloridos;
nada aparte de recuerdos
guarda mi corazón
entre todos los más tiernos
me quede con la ilusión.
No queda más que esperar
a que el tiempo haga lo suyo
con el cuerpo en que me consumo
y que no para de llorar.