Rober
Miembro Conocido
Tiembla temerosa en la oscuridad
cuando crujen las maderas
bajo las pisadas cargadas de amenazas conocidas.
La humedad predomina pegajosa
en las paredes mal pintadas de la casilla
y en la frazada áspera ya de gastada.
Se queda quietecita, tratando de hacerse
tan pequeña e insignificante
como las flores de la sábana
que le cubre hasta más allá de la cabeza.
En el fondo de su alma
sabe que nada de eso servirá para evitar el dolor
y los moretones de mañana y pasado.
La golpiza sobrevino sin ruido y sin motivo
se asociaron en el vicio, su compañero y el alcohol
atropellando su dignidad y apoderándose de su futuro.
Ahora, acurrucada contra la puerta del baño
sudando y sofocada, lo mira como se desangra
gimiendo por ayuda que nunca ha de llegar.
Se le va la vida al golpeador
por la raja que tiene en la panza
sin perdones ni promesas repetidas
mucho menos de asistencia.
Son tiempos de cambio
cuando crujen las maderas
bajo las pisadas cargadas de amenazas conocidas.
La humedad predomina pegajosa
en las paredes mal pintadas de la casilla
y en la frazada áspera ya de gastada.
Se queda quietecita, tratando de hacerse
tan pequeña e insignificante
como las flores de la sábana
que le cubre hasta más allá de la cabeza.
En el fondo de su alma
sabe que nada de eso servirá para evitar el dolor
y los moretones de mañana y pasado.
La golpiza sobrevino sin ruido y sin motivo
se asociaron en el vicio, su compañero y el alcohol
atropellando su dignidad y apoderándose de su futuro.
Ahora, acurrucada contra la puerta del baño
sudando y sofocada, lo mira como se desangra
gimiendo por ayuda que nunca ha de llegar.
Se le va la vida al golpeador
por la raja que tiene en la panza
sin perdones ni promesas repetidas
mucho menos de asistencia.
Son tiempos de cambio
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