JAVIER TOMAS
Sub Administrador
No te quise escuchar, aciago viento
susurrando su nombre en mi ventana
sordo de amor, negaba esa mañana
palabras con el fuego del tormento.
Sus ojos me decían, no te miento
sus labios me besaban, casquivana
caricias de pasión tan parnasiana
que mi alma conquistó su encantamiento
Nunca tuve tu amor, sedas roídas
sin pudor, sin piedad, muriendo en vida
arana de maldad y de plañido.
Labrando mi desgracia, mis heridas
perdida la razón, pena ceñida
gimiendo sin la voz, triste tañido.
Última edición: