Blanca Hernandez
Miembro Conocido
Hay en el frío gris de la mañana
y en esta lluvia soberana,
cierta consonancia que enajena,
que circula igual que mi pena,
En la triste faz de este día
que ya nadie consuela, se
ha posesionado la distancia ,
y se insinúa la melancolía.
Nadie en la calle ni en la vía
ni coches, carruajes, ni bocinas
en el tic tac del diablillo oscuro,
está el reloj colgado del muro.
Esperando que la lluvia pase
lágrima que corre por mi fase,
de tristeza el corazón llenando,
las húmedas pupilas descolgando.
Secando con pañuelo de muselina,
cuando se escucha todo sonido,
quisiera descansar el alma mía
mis pestañas parpadean la neblina.
Con el corazón muy oprimido
cuando mi ser reclama calma,
es en ese momento que comprendo,
te quiero, te necesito, te extraño
Mi recuerdo detrás de ti se va yendo,
el corazón se convierte en huraño,
y aunque pasen solitarios los años,
tu amor en mi sigue andando
y en esta lluvia soberana,
cierta consonancia que enajena,
que circula igual que mi pena,
En la triste faz de este día
que ya nadie consuela, se
ha posesionado la distancia ,
y se insinúa la melancolía.
Nadie en la calle ni en la vía
ni coches, carruajes, ni bocinas
en el tic tac del diablillo oscuro,
está el reloj colgado del muro.
Esperando que la lluvia pase
lágrima que corre por mi fase,
de tristeza el corazón llenando,
las húmedas pupilas descolgando.
Secando con pañuelo de muselina,
cuando se escucha todo sonido,
quisiera descansar el alma mía
mis pestañas parpadean la neblina.
Con el corazón muy oprimido
cuando mi ser reclama calma,
es en ese momento que comprendo,
te quiero, te necesito, te extraño
Mi recuerdo detrás de ti se va yendo,
el corazón se convierte en huraño,
y aunque pasen solitarios los años,
tu amor en mi sigue andando
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