Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
En la mera madrugada
había un terrible aguacero,
y un borrachito gritaba:
¡Empújenme se los ruego.
Una señora lo escucha
y levanta a su marido,
diciéndole ve y ayuda
a ese hombre despavorido.
Tal vez pide que lo empujen
porque se encuentra atascado
con su coche, y angustiado
necesita que lo ayuden.
Sale el mariido enojado,
mojándose en todas partes,
y grita muy apurado:
¡¿Dónde estás para empujarte?!
El borrachito contento,
contesta muy animado:
“Pues verás, aquí me encuentro
sobre el columpio montado”.