Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
UN HOMENAJE PARA QUIEN SIEMPRE CREYÓ EN MÍ.
EL ROSAL NO SE HA SECADO
Se siente el clima otoñal; gris, cortante, abrumado.
Se desliza en un ambiente, semejante a sepulcral.
Árboles, hojas, follaje, todo se ha marchitado.
Ahora, hoja tras hoja, caerán, igual a sacro ritual.
¿Recuerdas aquél retoño? ¡Ahora es todo el rosal
que con amor lo plantamos! ¡ Ése no se ha secado!
Ha resistido las lluvias y…, al furioso vendaval.
Tal vez, como nos amamos, por eso se ha conservado.
También está por llegar, sin más, el invierno helado.
¡Sé, que pronto volverás! He sentido el tiempo inmenso.
Que muy pronto estarás conmigo, aquí …, a mi lado.
Quizás, allá, donde estás, el frío no ha de ser intenso.
Después, me platicarás todo aquello que ha pasado.
También tú me escucharás; los dos, muy enamorados,
porque te confesaré, lo mucho que te he extrañado.
Si algo entorpeció este amor. Son recuerdos olvidados.
Otra vez, juntos los dos, aunque el otoño sea frío
nada nos importará, porque sé que estoy contigo.
Es, que al calor del amor, no sentiré el tiempo impío
y, habrá esa entrega de amor, yo contigo, tu conmigo.
Después, cuando se presente la esperada primavera,
no habrá motivo para irte, en razón de nuestro bien,
porque al fin disfrutaremos para siempre dicha entera.
¡Sabiendo que tú me amas, tanto, como yo, también!
Cuando veamos, que del árbol están cayendo sus hojas,
tú y yo habremos logrado, lo que habíamos anhelado.
Hermoso lucirá el rosal y para ti habrá rosas más rojas,
que en prueba de nuestro amor, ¡Éste…, no se ha secado!
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
16/09/2015 Derechos de Autor Reservados.©
EL ROSAL NO SE HA SECADO
Se siente el clima otoñal; gris, cortante, abrumado.
Se desliza en un ambiente, semejante a sepulcral.
Árboles, hojas, follaje, todo se ha marchitado.
Ahora, hoja tras hoja, caerán, igual a sacro ritual.
¿Recuerdas aquél retoño? ¡Ahora es todo el rosal
que con amor lo plantamos! ¡ Ése no se ha secado!
Ha resistido las lluvias y…, al furioso vendaval.
Tal vez, como nos amamos, por eso se ha conservado.
También está por llegar, sin más, el invierno helado.
¡Sé, que pronto volverás! He sentido el tiempo inmenso.
Que muy pronto estarás conmigo, aquí …, a mi lado.
Quizás, allá, donde estás, el frío no ha de ser intenso.
Después, me platicarás todo aquello que ha pasado.
También tú me escucharás; los dos, muy enamorados,
porque te confesaré, lo mucho que te he extrañado.
Si algo entorpeció este amor. Son recuerdos olvidados.
Otra vez, juntos los dos, aunque el otoño sea frío
nada nos importará, porque sé que estoy contigo.
Es, que al calor del amor, no sentiré el tiempo impío
y, habrá esa entrega de amor, yo contigo, tu conmigo.
Después, cuando se presente la esperada primavera,
no habrá motivo para irte, en razón de nuestro bien,
porque al fin disfrutaremos para siempre dicha entera.
¡Sabiendo que tú me amas, tanto, como yo, también!
Cuando veamos, que del árbol están cayendo sus hojas,
tú y yo habremos logrado, lo que habíamos anhelado.
Hermoso lucirá el rosal y para ti habrá rosas más rojas,
que en prueba de nuestro amor, ¡Éste…, no se ha secado!
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
16/09/2015 Derechos de Autor Reservados.©
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