Blanca Hernandez
Miembro Conocido
Cuando Nancy sacudió el pantalón de su marido para
colgarlo, calló de un bolsillo unos billetes y un papel
doblado, lentamente colgó el pantalón y se agachó
a recoger lo caído, puso los billete sobre la mesa y se
sentó y desdoblo el papel, la letra era prolija y decía..
--Espero que lo nuestro dure para siempre, te confieso
que nunca me sentí tan bien con nadie, como contigo
soy una mujer que siempre consigue lo que quiero.
Y desde hoy te quiero a ti. Lucía--
A Nancy se le cortó la respiración, no podía creer lo
que leía--Desde hoy te quiero a ti--
Luís su esposo se estaba bañando y cantaba en
la ducha, el papel cayó de sus manos como una piedra
en su corazón. Hacia cinco años que se habían casado,
abrazándose todas las noches, saliendo juntos a hacer
las compras, mirando películas juntos.
Meciéndose en la pasión y el amor, en la locura juntos,
confianza, en las alegrías, miedos o ansiedades
sin mentiras ningunas. A Nancy le temblaba todo
el cuerpo, le latía el corazón y las arterias
no entendía, no podía entender aquello.
Se acordó que dos días ante Luis había viajado
por su trabajo, ella siempre lo acompañaba
esos dos días no había podido ir, su mamá
estaba enferma, sería que aprovechó su esposo
esos dos días para engañarla, en ese momento
salía Luís del baño con su sonrisa,
ella recogió el papel y gritó ya voy, como si
la hubieran llamado y corrió escaleras abajo.
mientras le decía-- bajo un minuto-- tenía que ver
que hacer, corrió hasta encontrar una plaza,
y desdobló el papel, las letras eran bien claras.
Una escena loca refregándole el papel en la cara,
tirarle la maleta a la calle y echarlo.
Atardecía, mientras ella memorizaba todo lo bello
vivido con Luis el amor de su vida, será que la había
engañado, o una mala persona por el afán de hacer
daño lo puso en su bolsillo, se puede perdonar si
se ama Nancy consideró que sí, su corazón dijo sí
nadie se lo quitaría, nunca le diría nada.
pasó por la farmacia compró el perfume que le
gustaba a su marido, compró un rico postre,
se alisó su revuelto cabello, se limpió sus ojos,
rompió en mil pedazos aquella esquela diciendo,
--un papel sin importancia-- y subió las escaleras,
para abrazarse con Luis
colgarlo, calló de un bolsillo unos billetes y un papel
doblado, lentamente colgó el pantalón y se agachó
a recoger lo caído, puso los billete sobre la mesa y se
sentó y desdoblo el papel, la letra era prolija y decía..
--Espero que lo nuestro dure para siempre, te confieso
que nunca me sentí tan bien con nadie, como contigo
soy una mujer que siempre consigue lo que quiero.
Y desde hoy te quiero a ti. Lucía--
A Nancy se le cortó la respiración, no podía creer lo
que leía--Desde hoy te quiero a ti--
Luís su esposo se estaba bañando y cantaba en
la ducha, el papel cayó de sus manos como una piedra
en su corazón. Hacia cinco años que se habían casado,
abrazándose todas las noches, saliendo juntos a hacer
las compras, mirando películas juntos.
Meciéndose en la pasión y el amor, en la locura juntos,
confianza, en las alegrías, miedos o ansiedades
sin mentiras ningunas. A Nancy le temblaba todo
el cuerpo, le latía el corazón y las arterias
no entendía, no podía entender aquello.
Se acordó que dos días ante Luis había viajado
por su trabajo, ella siempre lo acompañaba
esos dos días no había podido ir, su mamá
estaba enferma, sería que aprovechó su esposo
esos dos días para engañarla, en ese momento
salía Luís del baño con su sonrisa,
ella recogió el papel y gritó ya voy, como si
la hubieran llamado y corrió escaleras abajo.
mientras le decía-- bajo un minuto-- tenía que ver
que hacer, corrió hasta encontrar una plaza,
y desdobló el papel, las letras eran bien claras.
Una escena loca refregándole el papel en la cara,
tirarle la maleta a la calle y echarlo.
Atardecía, mientras ella memorizaba todo lo bello
vivido con Luis el amor de su vida, será que la había
engañado, o una mala persona por el afán de hacer
daño lo puso en su bolsillo, se puede perdonar si
se ama Nancy consideró que sí, su corazón dijo sí
nadie se lo quitaría, nunca le diría nada.
pasó por la farmacia compró el perfume que le
gustaba a su marido, compró un rico postre,
se alisó su revuelto cabello, se limpió sus ojos,
rompió en mil pedazos aquella esquela diciendo,
--un papel sin importancia-- y subió las escaleras,
para abrazarse con Luis
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