Marcela
Miembro Conocido
Estaba aburrido de jugar en mi casa, ya había armado torres, jugué con la pelota, hice monstruos en plastilina, pinté un poco mi librito para pintar, pero el día no terminaba, y ya no sabía a qué jugar.
Le pregunto a mi mamá: -Má estoy aburrido, ¿ a qué puedo jugar?
Y a mi mamá se le ocurrió una idea brillante. Me dijo: - juega a ser investigador.
-¿Cómo se juega?, le pregunté
Entonces fue a buscar una capa, un sombrero medio raro cuadrillé y trajo una lupa. Me puse el atuendo de investigador me dijo: “-ay que lindo Martín te pareces a Yerlo Jolm” ... ¿? (Sherlock Holmes) fue a buscar la cámara de fotos y me sacó una... (estas madres...) y me explicó el juego. Consistía en ir a investigar con la lupa que insectos diminutos encontraba en el jardín.
Hacia allá me dirigí y mi sorpresa fue enorme, lo primero que observé fue una hilera de hormigas trabajadoras que llevaban a su hormiguero pequeñas hojitas y ramitas, algunas más grandes que su propio cuerpo, ¡qué increíble! Las seguí un ratito, les desvié el camino, pero siempre encontraban la ruta a su hormiguero.
Más allá observo con mi lupa un caracol, le canté “caracol, caracol, saca tus cuernos al sol” y pueden creer que lo hizo, sacó sus cuernitos, yo se los tocaba y los metía para adentro y al rato los volvía a sacar... y así varias veces, estuvo bueno eso también.
Y entre un montón de ramitas que había al costado del jardín veo justo tejiendo a una araña su telaraña, ¡qué prolija y con qué rapidez lo hacía! Terminó enseguida y un tonto mosquito quedó atrapado en ella... no quise mirar cono se lo iba a comer, ya eso no me gustó tanto (aunque me daba curiosidad)
Pero lo más divertido fue que descubrí un bicho bolita entre las piedras, se hacía bolita y se tiraba rodando, luego sacaba sus patas caminaba un poquito y al tocarlo ¿se hacía bolita otra vez! Yo creo que estaba jugando conmigo.
Escucho la voz de mamá que llama a comer... pasó tan rápido la tarde que ni me di cuenta que estaba anocheciendo, lo último que vi con mi lupa fue una gota de rocío sobre una hoja en la que el reflejo de la luz hacía que tuviera varios colores como un arcoiris.
Mañana volveré a ser ese investigador del diminuto mundo de los insectos porque fue muy divertido. Ahora a lavarse las manos y a comer. Chau.
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