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Uno

Uno

Altura desde el pedestal
de la vida cantan las voces
que calman el alma
entre las vicisitudes de la vida
como pompas de suavidad
acariciando el alma.

Como sentarse a mirar la nada
pensar en el infinito
escuchando los sonidos
sintiendo la pequeña brisa
que los tiempo callaron.

Es la calma misma
que detiene los lamentos
que algún día lloraron,
para dejar correr las aguas
y poder sentir serenidad
en toda el alma.

16.11.2016
Vittoria Gazzomaria
Derecho de autor
 
Uno

Altura desde el pedestal
de la vida cantan las voces
que calman el alma
entre las vicisitudes de la vida
como pompas de suavidad
acariciando el alma.

Como sentarse a mirar la nada
pensar en el infinito
escuchando los sonidos
sintiendo la pequeña brisa
que los tiempos callaron.

Es la calma misma
que detiene los lamentos
que algún día lloraron,
para dejar correr las aguas
y poder sentir serenidad
en toda el alma.

16.11.2016
Vittoria Gazzomaria
Derecho de autor
VITTORIA

¡Qué reflexivos tus maravillosos versos!

Abrazos y besos de mi balcón
de geranios multicromáticos,

Guillermo.

 
Uno

Altura desde el pedestal
de la vida cantan las voces
que calman el alma
entre las vicisitudes de la vida
como pompas de suavidad
acariciando el alma.

Como sentarse a mirar la nada
pensar en el infinito
escuchando los sonidos
sintiendo la pequeña brisa
que los tiempo callaron.

Es la calma misma
que detiene los lamentos
que algún día lloraron,
para dejar correr las aguas
y poder sentir serenidad
en toda el alma.

16.11.2016
Vittoria Gazzomaria
Derecho de autor
Hermoso poema, Vittoria. Gracias por compartir. Saludos.
 

Tony_Drüms

Miembro Conocido
Uno

Altura desde el pedestal
de la vida cantan las voces
que calman el alma
entre las vicisitudes de la vida
como pompas de suavidad
acariciando el alma.

Como sentarse a mirar la nada
pensar en el infinito
escuchando los sonidos
sintiendo la pequeña brisa
que los tiempo callaron.

Es la calma misma
que detiene los lamentos
que algún día lloraron,
para dejar correr las aguas
y poder sentir serenidad
en toda el alma.
Poner nuestra mente en blanco, de vez en cuando, a tal extremo que los colores varían en nuestro ojos cerrados, que siempre abiertos observan el pellejo de nuestro parpados cansados, siempre será bienvenido. Muy buen trabajo Vittoria. Un abrazo. Tony.
 

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