margui
Miembro Conocido
UV
Palacio inmenso de mármol
observé al darme vuelta;
sobre nubes reposaba
triangular su forma era.
Cuatro pisos de columnas,
unas sobre otras se elevan,
culmina en bola dorada.
Principia con blanca hilera
negra una, verde la otra
la segunda y la tercera,
la última rojo brillante,
de eterno artista obra esta.
Luego de haberlo admirado
quise retornar de vuelta
al lugar en donde estaban
ALTAR, PAJARO y VELA
y una vez más admirarlos.
Ya no están, y eso me apena,
aun buscan mis ojos, cuando
del palacio se abren puertas.
Sale venerable anciano,
un manto similar lleva
como la túnica mía,
donde un sol le centellea,
dorado sobre su pecho.
Sostiene en su mano diestra
verde rama, y con la otra
un incensario sujeta.
Llevaba el cuello adornado
por cadena de madera;
una tiara puntiaguda
cubre su blanca cabeza.
Se aproximó sonriendo
la bienvenida me expresa
“Adora a Dios”, en palabras
que pronunció en lengua persa
“Es él quien te ha sostenido
en las más aciagas pruebas
fue su espíritu contigo”;
y reafirmó mi certeza.
“Hijo mío tú has dejado
escapar la ocasión esa”
“Podías en un instante
alcanzar los tres”, alega
“Pájaro antorcha y altar;
y al instante tú lo fueras;
un altar, pájaro y llama.”
“Precisas de otra manera;
buscarás en el Palacio
que es de Las Sublimes Ciencias.
Hasta el lugar más secreto,
recorre todas las vueltas”
“Te presento a mis hermanos”
dijo: “Ven…” a amplia saleta
de su mano me introdujo.
Ojos vulgares no aciertan
concebir tan ricas formas
de excelso adorno y belleza.
Columnas rodeaban todo,
conté trecientas sesenta;
y encima, en el cielo raso,
roja, blanca, azul, y negra
sujeta una cruz, pendía
de argolla que de oro era.
En el centro de la sala
un altar triangular mezcla,
en sí, los cuatro elementos.
Sobre sus tres puntas, sienta
pájaro con nuevo nombre;
renombrado “Diligencia”
“Hierofante” es el altar
“Lo por conocer” la vela
“Cámara nupcial” la sala
que el triángulo tu “Horno” sea.
Nueve veces nueve tronos
en torno a él lo rodean
nueve gradas diferentes
conforman las escaleras
una para cada trono
cubiertas por roja estera.
Los tronos examinaba,
cuando sonó una trompeta
se abrieron en ese instante
con mucho ruido las puertas
setenta y nueve personas
van acercándose lentas,
vestidas como mi guía.
Sobre los tronos se sientan,
yo distingo a un anciano
túnica púrpura y prendas
bordadas con caracteres.
Se pone de pie y se eleva
mi guía que está a mi lado
alza la voz y se expresa:
“Aquí uno de nuestros hijos”
Dijo en la sagrada lengua
“Tan grande como sus padres
quiere Dios hacer que sea;
que su voluntad se cumpla”
Hacia mí el anciano agrega:
“Hijo mío, se ha cumplido
todo tu tiempo de pruebas
te resta hacer grandes viajes”
y a su discurso él agrega:
“Desde ahora en lo adelante
te nombras: “Lo que Alimenta”
Recibirás de Ocho hermanos,
antes de salir afuera,
de cada uno un presente”
Con Beso de Paz me besa
y me ofrece su regalo:
“Ceniza de Lava” era.
El segundo tres cilindros:
“Tu Nido” de bruna piedra.
El tercero un cristal
redondeado, transparenta.
Del cuarto recibí plumas
juntas en una cimera.
El quinto: cáliz de plata
“Lluvia y Cuerpo” dijo que era.
El sexto me dio un racimo
de uvas, que eran “Cabeza”
y el sabio nombra: “Amargura”
El Séptimo un ave muestra
“Espíritu Universal”
pronunció en la lengua hebrea
“Aunque luzca como el mismo
las virtudes que el posea
dependerán desde ahora
de la forma en que lo empleas”
No tenía el color brillante,
el cuerpo de plata cierta.
El octavo altar pequeño
que al Altar Mayor semeja.
y finalmente mi guía
briznas brillando en sus hebras
puso una antorcha en mis manos
como “Amargura” compuesta,
permanecía apagada.
Como los otros dijeran
que otorgar mismas virtudes
a mis acciones le resta”
“Reflexiona en estos dones”
Dijo el jefe de sapiencia
“Todos ellos igualmente
a la perfección te llevan.
Ninguno la es por sí mismo
la Obra Divina es su mezcla.
de valor carecen todos
si en su orden no los empleas.
Segundo sirve al primero
tal como dados te fueran,
sin auxilio del siguiente
serían bruta materia,
sin calor ni utilidad.
Cuida con delicadeza
los presentes recibidos.
Ahora el viaje comienza
en La Copa de la Vida,
deberás beber en ella”
Me dio en copa de cristal
un azafranado néctar
exquisito su perfume
al gusto delicia era
quise devolver la copa
luego de probado haberla
humedeciendo mis labios.
Pero el anciano me apremia
a terminar la bebida
“Este licor te sustenta
no tendrás otro alimento
durante el viaje que enfrentas”
Al beber, fuego divino
recorrió todas mis venas.
La fuerza y la valentía
redoblarse parecieran
y todas mis facultades
igualmente se acrecientan.
Me apresuro a ofrecer
a la augusta asamblea
el Saludo de los Sabios.
Cuando mi guía lo ordena
abandoné la gran sala
me dirigí con presteza
a una larga galería
que estaba hacia mi derecha.
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tratando de alcanzarlo crezco
